El derecho de los miembros de la comunidad LGBTIQ+ a casarse con personas de su mismo sexo podría estar en peligro de anulación, luego de que fuera derogado el fallo histórico Roe vs Wade, concerniente al aborto voluntario bajo el amparo de la constitución de los Estados Unidos.
Muchas personas que defienden los derechos igualitarios de gays, lesbianas, transexuales y demás miembros de la comunidad LGBTIQ+ temen que la anulación de una ley que data de 49 años de existencia tenga implicaciones en otros asuntos más sensibles como el propio matrimonio igualitario, el uso de píldoras anticonceptivas y la sodomía.
El juez estadounidense Clarence Thomas pidió que fueran revisados los fallos concernientes a esos asuntos en extremo delicados para un amplio número de personas, quienes lo consideraron una amenaza para su propia seguridad y un duro golpe para las luchas que diariamente ocupan a esa comunidad.
El matrimonio igualitario fue aprobado en los Estados Unidos el 26 de junio de 2015, luego de intensas campañas para que se reconociera el derecho a la libre sexualidad y la vida familiar entre gays, lesbianas o trasnsexuales. Sin embrago, todo el camino recorrido hasta ahora podría ponerse en peligro si la influencia del juez Clarence Thomas lograra triunfar en la corte de ese país.
Durante un mitin en Denver, Colorado, a propósito del día de visibilidad y orgullo LGBTIQ+, algunos activistas se mantuvieron firmes en sus campañas y muchos líderes de ese movimiento destacaron en redes sociales que no se iban a esconder. “No vamos a tener miedo. Vamos a celebrar quienes somos”, aseguró Nadine Bridges, directora ejecutiva de One Colorado en una entrevista con el diario La Opinión.
En cuanto a la derogación legislativa Roe vs Wade, se trata de un asunto que ha dejado consternadas a muchas mujeres y se ha colocado en la mira pública internacional, así como en materia de lucha para movimientos feministas que exigen tratar el cuerpo de la mujer como un territorio autónomo, cuyas decisiones solo podrán ser asumidas por las propias féminas.
La lucha histórica a favor del aborto es un tema sensible, que ha costado la vida y la seguridad de muchas mujeres y por el cual aún se sigue luchando en países donde la interrupción de un embarazo es considerada como delito flagrante. Su derogación como ley en los Estados Unidos implica un aliciente para las campañas sociales y sobre todo religiosas y políticas, las cuales también se sitúan en contra de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y para los cuales esta victoria podría representar un motivo para reforzar el juicio contra los más elementales derechos civiles y ciudadanos.
