El actor francés Alain Delon, una de las leyendas del cine mundial y una de sus rostros más bellos, decidió abandonar este mundo mediante la eutanasia o suicidio asistido, método que es legal en Suiza, donde reside. Su hijo, el también actor Anthony Delon, confirmó a los medios que su padre le encargó que le organizara el proceso.
El actor, de 86 años, publicó un mensaje de despedida luego de dar a conocer su voluntad de morir pacíficamente. “Me gustaría agradecer a todos los que me han acompañado a lo largo de los años y me han brindado un gran apoyo, espero que los futuros actores puedan encontrar en mí un ejemplo, no solo en el lugar de trabajo sino en la vida cotidiana, entre victorias y derrotas. Gracias, Alain Delon”, declaró sencilla y tranquilamente.
Ya en 2021, durante una de las últimas entrevistas que concedió, Delon expresó estar “a favor de la muerte digna. Primero porque vivo en Suiza, donde la eutanasia es legal, y también porque creo que es lo más lógico y natural. Una persona tiene derecho a partir en paz, sin pasar por hospitales, inyecciones y demás. Envejecer apesta y no puedes hacer nada al respecto”, sentenció.
Delon, nacido el 8 de noviembre de 1935, fue considerado en sus primeros años de estrellato como el sucesor de galanes como Gérard Phillipe, Jean Marais y James Dean, incluso como la “versión masculina de Brigitte Bardot”. Entre las grandes películas donde interpretó personajes claves está A pleno sol, El silencio de un hombre o El samurái, Rocco y sus hermanos, El Eclipse, El Gatopardo y Borsalino, donde compartió por única vez el estrellato con su gran “rival” Jean Paul Belmondo, recientemente fallecido en 2021.
En Suiza, así como Alemania, el estado autraliano de Victoria, y en más de diez estados de EE.UU, la eutanasia resulta una práctica legal catalogada de “muerte compasiva”, donde los medicamentos letales son suministrados a los pacientes para que los consuma por su propia voluntad.
La eutanasia es una práctica totalmente legalizada solo en siete países del mundo. Colombia despenalizó este método de muerte asistida en 1997, aunque la convirtió en Ley en 2015. En el ámbito de las Américas, fue seguida por Canadá, donde se califica como “asistencia médica para morir”, desde junio de 2016.
Oficialmente, la primera nación del mundo en autorizarla fueron los Países Bajos, en abril de 2002, seguidos meses después por Bélgica. En 2009, el Parlamento de Luxemburgo aprobó la práctica. Otro país europeo, España, la autorizó en marzo de 2020.
En Oceanía, la primera nación fue Nueva Zelanda, que a finales de 2020 sometió a referendo dicha aprobación, convirtiéndose entonces el primer estado solicitar la opinión de toda su población al respecto.
