Mientras era remolcado por personal de tierra a través de la pista de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana, una aeronave de la compañía Cubana de Aviación modelo Embraer EMB-110P , perdió su tren de aterrizaje delantero, sin que se reportaran heridos. Es la segunda vez que le sucede este percance, pues en noviembre de 2020, cuando aterrizaba en La Habana procedente de Nueva Gerona, en Isla de Pinos, tuvo una primera quebradura de este mismo segmento.
Según se informó en la página de Facebook la organización sin ánimos de lucro The Latin American Aviation Historical Society, con sede en el sur de la Florida, Estados Unidos, “un Embraer EMB-110P, Cuba, registro CU-T1551 (C/N 110132), operado por Cubana, tuvo un percance mientras era remolcado en el aeropuerto internacional José Martí, en La Habana”, y añadió que “según imágenes, su engranaje nasal se colapsó. No se reportan heridos”. El grupo Amantes de la aviación cubana también en Facebook, se hizo eco de la noticia y la confirmó.
La aeronave, de solo 19 capacidades estaba destinada a la realización de vuelos nacionales entre La Habana y Holguín, y era el último de los tres de esta marca con que contaba Cubana de Aviación en su reducido parque de equipos. El EMB-110P es la versión del modelo Bandeirante de la compañía brasileña Embraer, para puente aéreo. Es un bimotor turbohélice, fabricado desde los años 70, válido tanto para tareas civiles y militares.
Según fuentes de 14yMedio, que reclamaron el anonimato, esta aeronave “estuvo roto durante mucho tiempo, tirado en el hangar. Lo arreglaron porque no había un avión para vuelos nacionales, y el mismo día que anunciaron que ya había servicio de vuelos nacionales, lo tuvieron que remolcar para el hangar nuevamente”, resultando imposible que en marzo pasado se reanudaran los anunciados vuelos de Cubana entre la capital y la oriental Holguín con frecuencia de dos a la semana, suspendidos desde octubre de 2021 por el mal estado de las naves, según nota oficial emitida por el Ministerio de Transporte de la isla.
La prueba más lamentable de esto fue el accidente del Boeing 737-200 al quilado por Cubana a la dudosa empresa mexicana Global Air, sucedido en mayo de 2018, y que cobró la vida de 112 personas (101 cubanos y 11 extranjeros), con una sola sobreviviente, la joven, entonces de 19 años, Mailén Díaz, y que precisamente realizaba la ruta entre La Habana y Holguín a la que se destinaría el accidentado Embraer, cuya rotura antes de alzar vuelo por lo menos evitó una posible catástrofe.
Las causa de este fatídico accidente fueron acreditadas por el Instituto de Aeronáutica Civil (IACC) de Cuba a errores de la tripulación, aunque Global Air fue suspendida por las autoridades de México poco después para investigar a profundidad su potencial responsabilidad.
