«Aprendo rápido y soy responsable,» dijo la joven, cuya publicación se ha hecho viral en las redes.
En medio de la profunda crisis que enfrenta Cuba, muchas familias luchan diariamente para subsistir, y la situación ha empujado a jóvenes y niños a buscar maneras de colaborar con el sustento familiar.
Tal es el caso de Liannet Gallardo, una adolescente cubana de 17 años, residente en la provincia de Holguín, que ha hecho un llamado en redes sociales para encontrar trabajo. Su intención no es solo ayudar a su madre, quien es la única proveedora de su hogar, sino también continuar con sus estudios y aspirar a un mejor futuro.
Liannet, quien actualmente cursa el duodécimo grado, ha utilizado su perfil en redes sociales para pedir ayuda.
La joven destaca que, aunque no tiene experiencia laboral previa, está dispuesta a aprender y asumir responsabilidades con rapidez. Su solicitud está enfocada en encontrar un empleo con un horario flexible que le permita seguir estudiando, ya que su principal objetivo es acceder a la universidad en el futuro.
En su publicación, Liannet especifica que puede trabajar en un horario de 1:00 p.m. a 10:00 p.m., lo que le permitiría compaginar su jornada escolar con el empleo. Además, busca que el trabajo esté cerca del área de Alcides Pino, su barrio en Holguín.
“No busco lujos ni comodidades, solo necesito un trabajo que me permita ayudar a mi mamá y seguir estudiando”, declaró la joven.
La realidad de los jóvenes en Cuba
El caso de Liannet no es único en la isla. La crisis económica, la escasez de alimentos y productos básicos, y la falta de oportunidades laborales han obligado a muchos jóvenes cubanos a buscar trabajo en sectores informales o a vender productos en las calles para sobrevivir.
Niños y adolescentes suelen verse vendiendo alimentos, ropa o productos artesanales en mercados y esquinas de las ciudades cubanas; y hasta buscando algo que sirva en los basureros. Esto es una consecuencia directa del deterioro económico que atraviesa el país, lo que ha generado una necesidad urgente de ingresos adicionales en muchos hogares.
En algunos casos, jóvenes como Liannet se ven obligados a dejar sus estudios o aplazar sus aspiraciones académicas para contribuir al sostenimiento de sus familias. Aunque el trabajo infantil está prohibido en muchos países, en Cuba es cada vez más común ver a adolescentes participando activamente en el mercado laboral, debido a la desesperada situación económica.
Según un informe reciente, muchos de estos jóvenes enfrentan condiciones laborales precarias, con salarios bajos y largas horas de trabajo, sin garantías de derechos laborales ni acceso a beneficios sociales. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, su deseo de avanzar y mejorar su calidad de vida es un reflejo de la resiliencia que caracteriza al pueblo cubano.
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