El gobierno de Estados Unidos ha decidido detener las conversaciones migratorias bilaterales que se hacían dos veces al año con Cuba para discutir asuntos de interés mutuo.
“La administración Trump está impulsando una política exterior poniendo por delante a Estados Unidos (America First). Estados Unidos ya no se comprometerá con el régimen cubano por el mero hecho de establecer un compromiso y mantener un diálogo sin fin”, señaló a CaféFuerte un alto funcionario del Departamento de Estado.
La misma fuente dejó claro que cuando la administración de Donald Trump se reunirá con el gobierno cubano cuando determine que es necesario, lo que todo parece indicar que no sucedería en un futuro cercano.
De hecho, una ronda de charlas migratorias debía celebrarse este abril en La Habana, pero hasta el momento no se sabe si ocurrirá ni cuándo.
Hay que recordar que el propio Trump interrumpió los encuentros bilaterales a finales de 2018, durante su primer mandato, tras las tensiones que generó el llamado “síndrome de La Habana”, aunque Joe Biden las reanudó en abril de 2022.
Con esta pausa se cierra la única vía de diálogo que quedaba entre Washington y La Habana, especialmente para debatir entorno al contrabando humano, el fraude migratorio y las operaciones de narcotráfico en la región.
No obstante, no es ni remotamente la primera política de sanción hacia Cuba que usa Trump desde que regresó a la Casa Blanca en enero de este año.
Apenas regresó a la Oficina Oval el magnate republicano retomó medidas derogadas por la administración Biden, como la de mantener a Cuba como país patrocinador del terrorismo y restricciones a entidades cubanas relacionadas con los militares cubanos.
Además, en lo que va de año el presidente Trump mandó a fortalecer el control sobre embarcaciones que lleguen a Estados Unidos desde puertos cubanos; usar la base naval de Guantánamo para encerrar a inmigrantes con antecedentes criminales; y cerrar los intercambios culturales entre ambos países.
A finales de febrero, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que Estados Unidos impondría restricciones de visa a funcionarios cubanos y de otros países vinculados a la explotación de profesionales de la salud de la isla a través de contratos con implicación de trata de personas.
El Departamento de Estado confirmó que cuatro funcionarios –dos cubanos y dos venezolanos– han perdido ya sus visas para viajar a Estados Unidos, dijo CaféFuerte.
Entrevistado a principios de este mes, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel aseguró que su gobierno “no admitirá presiones” de la administración Trump respecto a las deportaciones masivas como parte de lo que definió como “una política brutal, agresiva e inhumana”.
“Nosotros fuimos a la firma de esos acuerdos migratorios con Estados Unidos para asegurar que la inmigración de cubanos fuera ordenada, segura y por vía legal”, dijo Díaz-Canel sobre la política migratoria.
En virtud de los acuerdos migratorios, Cuba aceptó recibir un vuelo mensual de deportación del Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
En 24 operaciones realizadas desde que fueron retomadas en abril de 2023, han sido devueltas 1.152 personas a Cuba. La última de ellas tuvo lugar el pasado 27 de marzo.
Sin embargo, la pausa puesta a las conversaciones migratorias podría atentar contra estos vuelos de deportación.
Según cifras oficiales de ICE, hay 42.084 cubanos con orden final de deportación que se encuentran en libertad supervisada en Estados Unidos, porque Cuba no los admite.