El subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian A. Nichols, afirmó que su gobierno sigue pidiendo la liberación de los presos políticos en Cuba, tanto públicamente como en contactos privados con funcionarios de la isla.
“Nuestra Embajada en La Habana mantiene una comunicación constante con la comunidad disidente de la isla, incluidas las familias de los presos políticos”, aseguró Nichols durante un discurso en la Universidad Internacional de Florida sobre las políticas de Washington hacia La Habana.
El funcionario de la Administración del presidente Joe Biden lamentó que tras las masivas protestas del 11 de julio de 2021, el gobierno cubano respondió con represión, “manifestantes a prisión con penas de hasta 25 años”, en lugar de “reconocer el momento y abordar las legítimas preocupaciones de los ciudadanos”.
“Desafortunadamente, en los más de 18 meses transcurridos desde estas históricas protestas, el régimen no ha hecho más que redoblar la represión”, dijo Nichols, y precisó que las organizaciones independientes estiman que de los más de mil personas que permanecen tras las rejas por mostrar su desacuerdo con las autoridades de la isla, más de 700 fueron manifestantes del 11J.
Las declaraciones del subsecretario de Estado estadounidense salen a la luz una semana después de que el vicecanciller cubano Carlos Fernández de Cossío dijera públicamente que Estados Unidos no hace nada por corregir el estado actual de las relaciones bilaterales y tachara de “irrazonables”, los reclamos de la Casa Blanca para que liberen a los presos políticos en cárceles de la isla.
Por su parte, Nichols subrayó que el pueblo cubano se enfrenta a una de las circunstancias políticas, económicas y sociales “más difíciles y nefastas desde que Fidel Castro llegó al poder”.
“Los analistas sugieren que la situación económica es peor incluso que la del llamado Periodo Especial de los años 90, y la situación de los derechos humanos es más sombría de lo que ha sido en décadas”, expresó ante representantes del exilio cubano en el sur de Florida.
En ese sentido, hizo hincapié en que el gobierno estadounidense se opone a las violaciones de los derechos humanos y en consecuencia ha aplicado sanciones contra funcionarios y fuerzas de seguridad cubanos implicados en abusos relacionados con las protestas del 11 de julio.
Asimismo, anunció que están explorando herramientas digitales para ayudar al pueblo cubano a elidir la censura gubernamental, al tiempo que ayudan a los empresarios de la isla a acceder a servicios y tecnologías que permitan hacer crecer sus negocios en el entorno de la economía digital global.
El funcionario de exteriores estadounidense también se refirió al abordaje por parte de su gobierno al éxodo masivo de migrantes irregulares cubanos hacia EE.UU., que en el último año registró cifras récords superiores a las oleadas migratorias del Mariel, en 1980, y la crisis de los “balseros” de 1994 juntas.
Afirmó que en cumplimento de sus compromisos, la Administración Biden reanudó la tramitación de visados en la embajada de La Habana y más tarde aprobó un programa de parole humanitario que ha beneficiado a unos 10.000 cubanos hasta el momento.
“Me complace informar que desde el lanzamiento del programa de libertad condicional en particular, el número de migrantes cubanos que intentan una peligrosa migración irregular ha caído en picada. Reconociendo que aún es pronto, nos complace ver que las familias cubanas eligen estas opciones legales”, señaló.
