Aunque los gobernantes cubanos no han dicho de manera oficial a cuánto subirá el precio de la gasolina en la isla e incluso han dejado claro que no tienen “apuro” por hacerlo, se supo que el costo del litro de gasolina iría de 30 a 200 pesos.
Así lo precisó a 14ymedio una fuente de la Unión Cuba-Petróleo, que detalló además que el litro de diésel aumentaría todavía más: de 25 a 250 pesos, pese a que los suministradores no han hecho públicas las nuevas tarifas.
Todo parece indicar que, tras el anuncio de una subida masiva de precios, entre ellos los del combustible, la energía, el agua y los alimentos, por parte de las autoridades cubanas, ya estarían establecidos los nuevos precios y solo faltaría que sea dada la orden para que entren en vigor.
De acuerdo con lo que confirmó 14ymedio en un recorrido por varias gasolineras del país, el impacto del mayor reajuste macroeconómico en décadas, que se prometió para el 2024, todavía no llega a las gasolineras, por lo que presuntamente se estaría esperando que acaben los días feriados para ponerlos en práctica.
Asimismo, el citado medio reportó la existencia de “poco combustible”, una “extraña ausencia de cola” y “falta de empleados que respondan preguntas o inquietudes de los clientes” en varias provincias cubanas.
En cualquier caso, al decir que el combustible se ha vendido hasta el momento como si fuera una ganga, la versión oficial obvia el hecho de que el cubano de a pie cobra como promedio casi 4,000 pesos cubanos, o lo que es lo mismo, unos 14 dólares, y en el mercado informal, antes de hacerse efectivo el polémico aumento de precios, un litro de gasolina puede llegar a costar 1,800 pesos, o sea, alrededor de seis dólares.
Aunque el gobierno que encabeza Miguel Díaz-Canel se ha encargado de aclarar que las nuevas reformas de austeridad no constituyen un “paquetazo neoliberal” o un “plan de choque”, el economista Pedro Monreal sostiene que “no necesariamente un paquete económico tiene que ser de corte neoliberal para producir efectos parecidos al de un paquete neoliberal tradicional”.
Tras dar a conocer el llamado Plan de Estabilización Macroeconómica en la Asamblea Nacional a finales de diciembre, el primer ministro, Manuel Marrero, aseguró que dada la situación de “economía de guerra” de Cuba, el Estado no puede seguir con el “derroche” en ciertos subsidios, pero no se propone empobrecer más a la población, sino que pague más quien más gasta.
Recientemente, el titular cubano de Economía, Alejandro Gil, informó que, además de incrementarse los precios del combustible, se habilitará una red de servicentros en Moneda Libremente Convertible (MLC), con el fin de evitar “efectos negativos en la población” ante el aumento del precio de la gasolina y “captar divisas frescas”.
