Numerosos aficionados han respaldado la idea que parte de las ganancias que obtengan los boxeadores cubanos en el cartel profesional de la velada del 27 de agosto en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana sean distribuidas entre los 11 púgiles que integraron la selección nacional al Primer Campeonato Mundial de Boxeo Aficionado en La Habana en 1974.
El dos de octubre de 1961 Fidel Castro decretó la abolición del boxeo profesional, política que entraría en vigor oficialmente el 4 de enero del año siguiente.
El fallecido gobernante consideraba que el deporte rentado iba en contra de sus principios socialistas por lo que los contratos fueron prohibidos y dieron lugar a las medallas dedicadas al «Comandante en Jefe».
Sólo dos púgiles ,ya septuagenarios, son los únicos «sobrevivientes» del histórico equipo de 11 encabezados por el superpesado Teófilo Stevenson que compitieron en el Mundial de La Habana y encabezaron el torneo con cinco de oro, una de plata y dos de bronce. Todos ofrendaban sus preseas a Castro que asistió a buena parte de las jornadas.Unicamente viven los santiagueros Mariano Alvarez (bronce en los 57 kg) y Alejandro Montoya (75 kg).
La Asociación Internacional de Boxeo (IBA) del ruso Umar Kremlev, que organiza la «Noche de Campeones» en el Coliseo, con la que oficialmente se festejará la Resurrección del Boxeo Rentado en la isla comunista tras más de 60 años de prohibiciones, destinará más de medio millón de dólares en premios para los púgiles protagonistas de seis combates entre ellos seis cubanos.
Este lunes en sus redes sociales el veterano periodista cubano Miguel Hernández abogó porque tanto Álvarez y Montoya, sus entrenadores de entonces y las familias de los nueve boxeadores fallecidos, los campeones Stevenson, Jorge Hernández, Douglas Rodríguez, Emilio Correa y Rolando Garbey, el vicecampeón Jorge Luis Romero, el otro bronce Luis Echaide, y Enrique Regueiferos y Gilberto Carrillo, reciban algún monto monetario de esos premios, en reconocimiento a los atletas que no cobraban por las reglas del castrismo y que además rechazaron contratos.
«Casi seguro estoy que la mayor tajada de la bolsa se la llevarán los cubanos. Es por ello que desearía transmitir esta propuesta personal al diputado-pugilista Julio César la Cruz para que intente llevarla a la realidad», escribió Hernández
«Que una parte del dinero recaudado la noche del 27 de agosto por los representantes cubanos sea destinado también a quienes hicieron historia en momentos en que hablar de profesionalismo era un pecado.
«Me refiero a tener una acción generosa con Mariano Alvarez y Alejandro Montoya, con los familiares de los boxeadores ya fallecidos, y con los entrenadores que acompañaron a esta histórica selección. Gracias» sugirió el periodista que vivió in situ varias fechas del histórico Mundia .Asiduo espectador fue el legendario Eligio Sardiñas, «Kid Chocolate», el primer cubano con una faja mundial profesional, en 1931.
El «Kid» que nació el 6 de enero de 1910 en El Cerro, a apenas 20 cuadras del Coliseo, murió el 8 de agosto de 1988.
De los 11 campeones del I Mundial sólo tres están vivos: el puertorriqueño Wilfredo Gómez (67 años), el uzbeko que lo hizo por la URSS, Rufat Riskiev (74) y el ugandés Ayub Kalule (70). De los 44 medallistas, 24 han fallecido.
Algunos comentarios en la Internet provocó la sugerencia de resarcir a los ex boxeadores mundialistas .»En Cuba no sienten por las glorias pasadas.No sueñes» suscribió Gabriel Valenzuela. «Gracias por refrescar la memoria. No sabía de muchos pugilistas fallecidos» apuntó Carlos Cayetano. «Tremendo Mundial aquel» recordó Raúl Rodríguez. «Ese era el boxeo que me gustaba ver y seguir», observó José Luis Basulto.
«Excelente tu propuesta, bien humana. Ojalá que sean capaces de hacerlo» sentenció Armando Pancorbo. » Recuerdo ese Mundial, que tuve el privilegio de asistir. De acuerdo con tu propuesta, digna y con sentimientos» expresó Roberto González.