El director de fotografía y productor de cine cubano Iván Nápoles falleció en la mañana de este lunes en La Habana, informó el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) en su página de Facebook.
Merecedor en 2016 del Premio Nacional de Cine por la obra de toda la vida, Nápoles es considerado una de las figuras imprescindibles de la historia del séptimo arte posterior a 1959 en la isla.
En sus inicios trabajó como luminotécnico en centros nocturnos de la capital cubana y en estudios de televisión en la década de 1950 hasta que se unió al equipo técnico de Cine-revista, dirigido por el destacado cineasta Tomás Gutiérrez Alea.
De acuerdo con la fuente, a partir de 1961 “integra el Noticiero ICAIC Latinoamericano como camarógrafo y deviene el principal operador de cámara del realizador Santiago Álvarez, quien no pudo prescindir de su profesionalismo y entrega”.
Muy pronto se ganó la confianza del director de ese programa propagandístico, en el que trabajó durante poco más de tres décadas.
En su amplia filmografía se cuentan importantes documentales como “Ciclón”, “Cerro pelado”, “Hanoi, martes 13”, “79 primaveras” y “Mi hermano Fidel”, además del de ficción “El sueño del pongo” y el largometraje “Los refugiados de la Cueva del Muerto”, todos dirigidos por Álvarez.
“Iván Nápoles fue un profesional que se adaptó con rapidez de la pesada cámara de celuloide a la muy ligera de vídeo, alternativa a la que acudió el ICAIC para recuperar la producción tras el período especial”, indica la nota del Icaic.
Durante esa difícil etapa para la institución rectora del cine cubano, Nápoles participó como director de fotografía en una treintena de documentales de Santiago Álvarez, además de colaborar con otros realizadores como Rigoberto López y Lourdes de los Santos.
Según informó el Icaic, por decisión de los familiares del octogenario cineasta, su cadáver será cremado.
