Una balsa hecha con tanques apareció el domingo en la mañana en la playa de Key Biscayne y otras dos embarcaciones fueron halladas frente a Holguín y Guantánamo. En todos los casos la incertidumbre rodea las mismas. ¿Dónde están sus ocupantes? ¿Habrán llegados sanos y salvos a su destino?
Ese es y será siempre el mayor temor cada vez que una embarcación, presumiblemente utilizada para la inmigración ilegal a los EE.UU. es encontrada. Es la evidencia material de un éxodo constante y silencioso, además de peligroso, entre Cuba y los EE.UU. vía marítima.
«Barco típico cubano», expresó la usuaria de Twitter Beatrice Ponce, quien publicó en la red social un video de la embarcación, encallada en la orilla.
El canal Univisión dijo que se trata de una balsa construida con barriles de miel y un saco de arroz.
«La embarcación tenía además una hélice por debajo, pero se desconoce cuántos balseros venían a bordo», señaló la publicación, que no detalla si la misma tenía las conocidas siglas de CG OK, con la que los guardacostas de EE.UU. suelen marcar las embarcaciones que interceptan en el mar.
Cada vez que una embarcación sin marca llega a las costas, la gente se pregunta por el destino de los balseros ante las únicas dos versiones posibles: ¿Llegaron? ¿Murieron en el mar?
Mientras esto sucedía, la prensa cubana reportaba el hallazgo de dos embarcaciones abandonadas en costas de Guantánamo y Holguín.
Una es una lancha rápida, hallada en la Bahía de Gibara. La otra, una embarcación tipo Yola.
Esta última fue encontrada el pasado 18 de diciembre de 2021 en una zona conocida como Río Jiguaní, en el consejo popular de Nibujón del municipio Baracoa. El bote, de color negro y blanco, no tiene nombre que permita ser identificado, y según los guardafronteras su estado ténico era malo; a diferencia de la embarcación hallada en Holguín, que es embarcación tipo lancha rápida, sin propulsión y con casco fabricado de fibra de vidrio.
Esta última sí está identificada con el nombre de «La Poly», y fue encontrada en una zona conocida como Punta Peregrino, en el flanco este del faro de la Bahía de Gibara.
Una búsqueda en el registro de embarcaciones de la Florida con este nombre no arrojó ningún resultado.
Aunque las autoridades cubanas dan un plazo de 30 días hábiles a los propietarios de las embarcaciones para su reclamo, es muy probable que nadie comparezca a reclamar las mismas, ya que pudieran ser investigados y hasta arrestados por el presunto delito de tráfico humano.
En octubre pasado el Departamento Nacional de Capitanías de Puertos de Cuba informó del hallazgo de tres embarcaciones (un bote, un motovelero y un Zodiac), abandonadas en las costas marinas de Baracoa, Niquero (Granma), y Cayito Blanco, (Matanzas), respectivamente.
En ninguno de estos casos se ha informado si sus propietarios las reclamaron. Y es muy probable que no lo hagan nunca.
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