Nunca es tarde… comercial de McDonald’s premia la fidelidad de unos viejitos cubanos que no faltan a la cita en un restaurante de Kendall
Los viejitos, el recién estrenado comercial de McDonald’s, está dando mucho de qué hablar.
Estos viejitos cubanos que acuden hace más de dos décadas a tomarse su cafecito juntos en un restaurante de Kendall, han visto premiada su fidelidad a la cadena de hamburguesas.
El canal de Youtube de McDonald’s revela los nombres de tres de estos cubanos: María, Victor y Rigoberto. Como muchos de los nacidos en la isla que emigraron después de 1959, llegaron a Estados Unidos y emprendieron nuevas vidas. Aquí viven sus hijos, sus nietos y también los amigos que han hecho.
Con puntualidad llegan al local de Kendall cada mañana, cada uno pide lo que quiere para desayunar y comparten risas e historias. Como bien se le escucha decir a una de las ancianas cubanas que protagoniza este nuevo comercial de McDonald’s: «es el happy hour que tengo por la mañana».
En el local son conocidos por otros habituales y también por los dependientes. En medio de sus charlas -en las que puede hablarse hasta de cuando bailaban danzón, danzonete, chachachá o guaracha- encuentran hasta tiempo para bromear con quienes atienden su mesa.
Cuando las restricciones por el coronavirus comenzaron a levantarse, reanudaron sus citas. En las afueras del local de Kendall disponían sus sillas y guardando el debido distanciamiento, allí estaban.
Para los protagonistas de Los viejitos la vida sigue. Y entre amigos, todo es más llevadero. Nada como tirarse cada mañana de la cama con la ilusión de un encuentro que mientras dure te hará olvidar preocupaciones y cualquier dolor. Entre abrazos y buenas energías, los años se sienten menos.
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