Mientras cientos de cubanos planean este jueves darle tremendo titingó a Miguel Díaz-Canel en la Plaza del Zócalo, a pesar de la presencia de turbas mexicanas y de cientos de agentes de la Seguridad del Estado que ya están por la zona grabando a todo «sospechoso», en Europa, el Parlamento Europeo debate sobre las violaciones a los derechos humanos en Cuba.
El debate en el Parlamento Europeo tiene lugar -casualidades de la vida- 24 horas después que la prestigiosa revista Time incluyera en el listado de los 100 nombres más influyentes del 2021, al activista y artista plástico cubano Luis Manuel Otero Alcántara.
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Alcántara se encuentra detenido en prisión, acusado de cargos relacionados con las protestas efectuadas en la isla el 11 de julio; y esa es una de las demandas claves que exigirá hoy el Parlamento Europeo: que el gobierno de Díaz-Canel libere a todos los detenidos tras las protestas del 11J.
Eso, o bye bye ayuda.
Incluso pudiera ser que aunque Díaz-Canel libere a los más prominentes o a todos los detenidos, a pesar de que el prestigioso cardenal de Boston Sean Patrick O´Malley se lo pidiera, la ayuda del Parlamente Europeo tome el rumbo que algún día tomó el papalote del cuento: que se vaya a bolina.
Así lo cree, por ejemplo, Dita Charanzová, vicepresidenta del Parlamento Europeo, y una de las que encabeza el grupo que más duramente condena a la isla en temas de derechos humanos.
Charanzová es además vicepresidenta a cargo de América Latina en el Parlamento Europeo, y su intervención este jueves en el debate sobre violaciones de Derechos Humanos en Cuba, suscitó gran atención.
«Para el Parlamento Europeo ha sido clarísimo desde hace mucho tiempo, Cuba viola los derechos humanos y tiene que haber consecuencias. Es hora de suspender el acuerdo con Cuba. Es hora de sancionar a los violadores de los derechos humanos y aplicar la Ley Magnitsky de la Unión Europea», dijo Charanzová.
«(…) en lugar de proteger a su pueblo, el régimen les ha atacado, detenido y maltratado. Europa tendría que estar apoyando a los cubanos, pero la respuesta del Alto Representante sigue siendo lo de siempre», expresó además Charanzová.
Curiosamente en el debate no se encontraba el Alto Representante: el español Josep Borrell. Lo sustituía la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, quien no fue tan dubitativa como lo ha sido Borrell en otras ocasiones y planteó:
«Pedimos a las autoridades respetar los derechos humanos y las libertades universales, liberar a los presos detenidos de manera arbitraria e implicarse en un diálogo inclusivo sobre las reivindicaciones de sus ciudadanos».
Así y todo, con el apoyo recibido de Johansson, y aunque Borrell no estaba, Charanzová se dirigió a él como si estuviese.
«Yo quiero preguntar al Alto Representante y quiero una respuesta concreta: ¿Qué tiene que pasar para que usted reconozca que Cuba no está cumpliendo con el acuerdo? ¿Qué considera usted que es una infracción de los elementos esenciales del acuerdo? ¿Qué tiene que pasar en Cuba para sancionar a los violadores de los derechos humanos?»
La sesión seguramente fue muy seguida en La Habana, que a no dudarlo debió dividir a sus funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) en dos grupos: uno, que atendería todo lo relacionado con la llegada y presencia de Díaz-Canel en México; y otro, atentos a lo que dijera Charanzová.
Gobierno de Cuba deberá estar listo para lo peor
Cuando en junio del 2021 el Parlamento Europeo votó una resolución en contra de la isla, aprobada por 386 votos a favor y 236 en contra, con 59 abstenciones, en la isla no habían tenido lugar los acontecimientos del 11J.
El Parlamento Europeo no había visto, entonces, las terribles imágenes de la represión desatada; ni Díaz-Canel había mandado a sus huestes a la calle a darle palos a los manifestantes. No había muerto en La Güinera, Diubis Laurencio.
Ahora, tras esos acontecimientos, se espera que el pleno de hoy sea más duro, en términos de sanciones, que el conseguido en junio.
Precisamente fue la sustituta de Borell, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson quien lo recordó este jueves, tras señalar que las protestas de julio «con la participación de miles, fueron las mayores vistas en Cuba durante más de veinticinco años».
«Reflejan reivindicaciones legítimas sobre la falta de alimentos, medicinas, agua y energía», indicó, y que además tenían «una dimensión política».
Un socialista español, el parlamentario Javi López, si bien instó a la isla a respetar el derecho de todos los cubanos a «a expresar su opinión», y habría pedido que las autoridades cubanas «escuchen sus legítimas demandas», tiró un paño tibio a La Habana al decir que en el Parlamento Europeo, «hemos tenido casos de países con decenas de muertos, casos de países con decenas de ojos perdidos», en evidente remembranza a lo acontecido en Colombia este año.
«Este parlamento no ha querido ni hablar de ello», dijo López, un argumento que se parece un poco al que desde La Habana, el lunes, saliera del seno de la Asamblea Nacional del Poder Popular, aunque evidentemente no redactado por el funcional Esteban Lazo, su presidente.
Desde ese lunes, hace apenas 72 horas, La Habana estaba dando pataleta -y patadas de ahogado- con el debate del Parlamento Europeo este jueves.
La Asamblea Nacional del Poder Popular criticó el debate de este jueves en el Parlamento Europeo y dijo que era «un «ejercicio politizado» con «agenda impuesta desde Estados Unidos».
pd: Minutos después de redactada esta nota, llegó la votación. El Parlamento Europeo condenó a Cuba por violación de Derechos Humanos, con una votación de 600 votos a favor y 37 en contra (más adelante ampliaremos)
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