La comunidad cubana en Estados Unidos enfrenta una creciente preocupación ante la posibilidad de deportaciones de activistas y disidentes políticos. El caso más reciente es el de Ariel Lara, un activista cubano detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Texas. Lara, quien recientemente se convirtió en padre en Miami, fue arrestado bajo la sospecha de ser un «activista antigubernamental» registrado en Cuba, lo que podría acarrearle severas consecuencias si es deportado.
Lara llegó a Estados Unidos junto a su esposa, Elena, con la esperanza de una vida mejor, señala Local10 News. Sin embargo, su detención ocurrió cuando creía que asistiría a una entrevista para obtener la residencia.
El abogado del activista cubano, Wilfredo Allen, indicó que Lara se benefició del programa de parole CHNV, recientemente finalizado tras una decisión de la Corte Suprema que permitió al gobierno de Trump terminarlo. Allen también señaló que los cubanos aún pueden solicitar protección bajo la Ley de Ajuste Cubano de 1966.
La situación de Lara no es aislada. Recientemente, se han reportado casos similares de activistas y disidentes cubanos en riesgo de deportación. Por ejemplo, el rapero cubano Eliexer Márquez Duany, conocido como El Funky, enfrenta una posible deportación desde Estados Unidos tras recibir una notificación del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) que rechaza su solicitud de residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano debido a antecedentes penales en Cuba por supuesta posesión de marihuana.
El Funky, quien llegó a Miami en 2021 para asistir a los Latin Grammy, fue uno de los intérpretes del tema «Patria y Vida», convertido en himno de las protestas contra el gobierno cubano. Desde su salida forzada de Cuba, donde fue advertido de no regresar, ha denunciado la represión del régimen desde el exilio.
La noticia de su posible deportación generó una tremenda alarma en la comunidad exiliada anticomunista, quienes consideran que su regreso a Cuba pondría su vida en peligro. Días después, el rapero aseguró a través de sus redes sociales que su caso se estaba encaminando por buenos términos.
Otro caso especialmente sensible es el de Lázaro Yuri Valle Roca, un periodista cubano que dijo en meses pasados estar en riesgo de deportación tras revocación de su parole.
Valle Roca fue condenado en 2021 a cinco años de cárcel por los supuestos delitos de propaganda enemiga y resistencia, tras publicar en redes sociales imágenes de un lanzamiento de octavillas en La Habana. Fue excarcelado en 2024 y forzado a abandonar Cuba.
El también activista cubano por los Derechos Humanos, llegó a los EE.UU. bajo el programa de parole humanitario ofrecido por EE.UU., pero en marzo de 2025, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) le notificó a él y a su esposa, la activista Eralidis Frómeta, que debían abandonar el país antes del 24 de abril, o podrían enfrentar un proceso de deportación acelerada. Valle Roca y Frómeta han iniciado los trámites de solicitud de asilo en Estados Unidos y han solicitado el apoyo del secretario de Estado, Marco Rubio, después de recibir la notificación del DHS.
Estos casos reflejan una creciente preocupación entre los activistas cubanos en EE.UU., quienes temen por su seguridad si son deportados a Cuba. La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos han instado a las autoridades estadounidenses a considerar el riesgo que enfrentan estos individuos al regresar a su país de origen.
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