El pasado 30 de abril, Jesús Rodríguez Delgado, un cubano de 64 años, protagonizó un dramático intento de suicidio en una corte migratoria de Miami tras ser detenido por agentes federales. Según reporta Florida Phoenix, el hombre, ex prisionero político en Cuba durante 28 años, gritó que prefería morir antes que ser devuelto a la isla, mientras intentaba estrangularse con sus propias manos esposadas.
Rodríguez Delgado había ingresado a Estados Unidos en 2021 bajo el programa de parole humanitario y recientemente había obtenido un permiso de trabajo. Sin embargo, su caso fue desestimado por un juez, lo que lo expuso a una deportación acelerada. Su pareja, Elisavel Torres, ciudadana estadounidense, expresó su desconcierto y dolor ante la decisión judicial, temiendo por la vida de su compañero si es retornado a Cuba.
Su caso resalta las tensiones en las cortes migratorias, donde se han reportado detenciones tras la desestimación de casos por parte del Departamento de Seguridad Nacional. La abogada de inmigración Cindy Blandon señaló que muchos de los arrestados carecen de representación legal, lo que dificulta su defensa y aumenta el riesgo de deportación sin el debido proceso.
Paralelamente, diversas organizaciones han denunciado las condiciones inhumanas en centros de detención migratoria en Estados Unidos. Por ejemplo, el Centro Correccional de Winn en Louisiana ha sido objeto de múltiples quejas por parte de detenidos y defensores de derechos humanos. Según informes de NBC News y Telemundo, los internos han reportado agua no potable, hacinamiento, atención médica deficiente y confinamiento prolongado, lo que ha llevado a algunos a solicitar su deportación voluntaria para escapar de tales condiciones, tal y como señala este reportaje de la cadena TELEMUNDO.
La organización Freedom for Immigrants ha ofrecido una línea telefónica gratuita (marcando 9233 desde dentro de los centros de detención) para que los inmigrantes puedan denunciar abusos y condiciones inadecuadas. Sin embargo, la falta de transparencia y supervisión en estos centros sigue siendo una preocupación constante para defensores de derechos humanos y familiares de los detenidos, informa Dallas News.
El caso de Rodríguez Delgado pone de manifiesto las graves consecuencias psicológicas que enfrentan los inmigrantes en el sistema de detención y deportación de Estados Unidos, especialmente aquellos que temen por sus vidas si son regresados a su país de origen; sin embargo, no es el único caso. Casos similares incluyen al rapero cubano Eliexer Márquez Duany, conocido como «El Funky», quien enfrentó una posible deportación debido a antecedentes penales en Cuba; y a Lázaro Yuri Valle Roca, periodista y ex preso político cubano
El Funky, intérprete de la canción «Patria y Vida», considerada un himno de protesta contra el régimen cubano, temía represalias si era devuelto a la isla. Recientemente, su caso migratorio fue reabierto, eliminando el riesgo de deportación. Lázaro Yuri Valle Roca, periodista y ex preso político cubano, fue advertido por autoridades estadounidenses de que debía abandonar el país o enfrentaría la deportación.
El caso de El Funky, sus canciones contestarias y su vinculación al Movimiento San Isidro y a sus figuras principales: Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo – ambos presentes en la canción Patria y Vida – es un caso bastante conocido dentro del activismo militante y las denuncias al régimen, pero el caso de Lázaro Yuri Valle Roca involucra muchos más años en la lucha.
Este periodista independiente y opositor cubano ha enfrentado una intensa persecución por parte del régimen cubano debido a su labor informativa y activismo político durante años, desde el momento en que se distanció del oficialismo y se convirtió en una voz crítica del régimen.
En julio de 2022, fue condenado a cinco años de prisión por los cargos de «propaganda enemiga continuada» y «resistencia», y durante su encarcelamiento, sufrió condiciones inhumanas, incluyendo torturas, negligencia médica y un deterioro significativo de su salud. Su esposa, la activista Eralidis Frómeta, denunció repetidamente estas violaciones, lo que generó preocupación internacional.
En junio de 2024 fue liberado bajo la condición de abandonar Cuba inmediatamente y llegó a los Estados Unidos mediante el permiso humanitario conocido como «parole». Sin embargo, en marzo de 2025, recibió una notificación del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. indicando que debía abandonar el país antes del 24 de abril debido a la revocación de su estatus migratorio.
Valle Roca ha expresado su temor de ser deportado a Cuba, afirmando que regresar significaría enfrentar nuevamente la represión e incluso la muerte. Actualmente, él y su esposa están en proceso de solicitar asilo político en Estados Unidos, contando con el respaldo de organizaciones defensoras de derechos humanos y figuras políticas.
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