Un turista estuvo rato tirado en el suelo de la concurrida calle Obispo de La Habana Vieja, tras ser asaltado este lunes a mano armada.
Según varios reportes en redes sociales, el visitante extranjero, del que aun se desconoce la nacionalidad, habría pasado cerca de media hora o más sangrando a plena luz del día, después de haber sido víctima de un robo y a la espera de recibir auxilio.
La página de Facebook La Tijera detalló que en la intersección de Obispo y Cuba, a las afueras de un banco, atacaron a la víctima “con un cuchillo en mano, le quitaron la cadena de oro y lo empujaron violentamente contra el suelo”, por lo que “se partió la cabeza”.
“Estuvo en la calle inconsciente por unos 20 minutos frente a transeúntes y autos que no lo socorrían, hasta que finalmente se lo llevaron en mal estado”, apuntó la misma fuente.
No obstante, una testigo, la usuario Geisel Castillo, afirmó que, pese a que el hombre era “una persona mayor” y “echaba mucha sangre”, pasó “más de media hora” tirado sin que las personas se atrevieran a tocarlo “porque era extranjero y no había un policía en toda esa parte”.
“Se le decía a los choferes que estaban con carro, pero todos se negaban, hasta que llegaron dos civiles en moto y pararon un carro que finalmente lo trasladó al hospital”, aunque su conductor era uno de los antes se había negado a llevarlo.
“Así tristemente está la humanidad y por ahí ni un solo policía, todos estaban en la dichosa marcha”, lamentó además el propio Castillo al hacer referencia al desfile pro Palestina, encabezado por el mandatario Miguel Díaz-Canel. “Tanta marcha en vez de ver su propio país, que no tiene ninguna tranquilidad”.
Otra internauta, Liset Figueroa Tase, afirmó que lo sucedido “es real” porque “yo pasé por ahí y estaba la sangre”.
Otros se mostraron sorprendidos por la indolencia de los transeúntes, ya que “el cubano siempre se caracterizó a socorrer” y en este caso, “en vez de ayudarlo antes que muriera”, la gente “solo miró y tiró fotos”. “Ya no hay humanidad. Que Dios permita que esté vivo”.
“Dios mío y la gente mirándolo y nadie lo socorría. Se ha perdido todo. Qué tristeza me da. Qué falta de empatía. Qué falta de todo. Sin palabras… Que se recupere el turista”; y “La vida de una persona es sagrada. En vez de mirar y tirar fotos lo podían recoger y llevar a un policlínico cercano”, destacaron quienes creen que “la precariedad está llevado al límite a los cubanos”.
Por otro lado, hubo quien defendió a quienes no quisieron auxiliar al extranjero porque, como “es un turista”, “o lo podía trasladar cualquiera”. “Era obligatorio que lo llevara una ambulancia”, acotó.
