La influencer cubana Imaray Ulloa compartió una fotografía desde la camilla de un hospital en Miami, y desató la preocupación de los fanáticos que están al tanto de sus publicaciones en Facebook, donde tiene 5.5 millones de seguidores.
Echando mano a su sentido del humor, Imaray acompañó la foto con el mensaje: “Saludos, mis tóxis. Estoy bien, porque nunca estuve mal”. El post no demoró en acumular más de 10 mil reacciones y casi 900 comentarios, muchos de seguidores preocupados por su estado de salud.
Más tarde en la semana, la joven cubana acudió a sus historias de Instagram para hablar con sus fans sobre la hospitalización. “Todo el mundo me anda preguntando que qué fue lo que me pasó, por esa foto que puse en Facebook. Pues, lo quiero contar, pero no todavía”, dijo.
“Lo importante es que estoy muy bien. Gracias, mi gente linda, por preocuparse por mí y escribirme por todas las plataformas. Somos seres humanos y a veces tenemos que ir al hospital”, agregó Imaray, dando a entender que se sometió a algún procedimiento de rutina.
La influencer, que suma otros 4 millones en Instagram, recordó que sufre de “un padecimiento desde niña por un accidente”. “Entonces tuve que chequearme eso. Por eso estaba en el hospital, no es nada grave, estoy en revisión, estoy en plan de chequeo, tengo que hacerlo”, afirmó.
Hace un tiempo, Imaray reveló en una entrevista que había sufrido un peligroso accidente doméstico cuando tenía 8 años y todavía vivía en La Habana con su mamá. El accidente casi le cuesta la vida y la llevó a terapia intensiva por más de veinte días.
“Yo tenía como una especie de alergia y mi mamá me daba un bálsamo que me encantaba. Un día ella se fue a buscar una sopa para mí y yo quería tomarme ese medicamento, porque me gustaba”, relató Imaray, que terminó confundiendo el medicamento con un envase que contenía líquido cáustico.
El producto le provocó una reacción que le causó graves daños a su organismo y le cambió la vida para siempre. “Estuve más de 21 días en terapia intensiva. Me provocó queloides en el esófago. Estuve desde los ocho años hasta los 21 todo el tiempo en hospital”, explicó.
