Pobladores de un asentamiento ubicado en las cercanías del aeropuerto de Playa Baracoa, al norte de la provincia Artemisa, fueron reprimidos duramente por las fuerzas del orden que les impidieron salir ilegalmente del país a bordo de al menos dos embarcaciones.
Varios videos compartidos por el activista opositor Albert Fonse en Twitter muestran el enfrentamiento entre las autoridades y los balseros, que protestaban porque no los dejaron marcharse y les decomisaron los barcos de fabricación casera en las cercanías de Playa Baracoa.
De acuerdo con la propia fuente, 4 de los manifestantes fueron arrestados y varios sufrieron lesiones a causa de golpes recibidos por parte de los uniformados.
En una de las publicaciones aparece un hombre que, asumiendo el papel de vocero de la comunidad ilegal, explica la situación a las autoridades locales en Playa Baracoa.
“Si no nos quieren porque somos una comunidad ilegal, si no cabemos en este país porque nuestros salarios no nos alcanzan para comprar en las tiendas en divisas, si no hay petróleo para que las termoeléctricas funcionen, nosotros decidimos con nuestras vidas lo que nosotros queramos”, dijo el individuo, del cual no han trascendido datos de identidad.
El hombre reclamaba el derecho de las personas allí reunidas a marcharse del país y decidir sus destinos.
“En definitiva ustedes quieren cuidarnos, pero no nos cuiden de esa manera porque son como los padres que tienen castigado al niño y no lo dejan salir a la calle, entonces cuando va a la calle, el niño no sabe cómo manifestarse. Aquí pasa lo mismo. No nos cuiden tanto y permítannos la oportunidad de poder decidir por nuestras vidas.
“Nosotros no estamos yendo a robar nada a casa de nadie. Cuando se encuentran un artefacto (balsa) hay 15 mil, 30 mil, 100 mil, 300 mil pesos de cada familia unida para podernos ir. No queremos hacerle la contra a ustedes, no queremos que vengan esas personas a agredirnos” —dijo señalando a los policías.
“Simplemente somos cubanos como lo es usted, como lo es usted —explicó a las autoridades que le escuchaban en medio de la multitud— que tienen otra posición en estos momentos pero alguna vez se les fue la corriente, alguna vez no tuvieron comida como no la tenemos nosotros hoy, alguna vez no tuvieron nada como no tenemos nosotros. ¿Que cambiaron de posición? ¡Felicidades! Ustedes también permítannos a nosotros tomar decisión con nuestras vidas que a fin de cuentas ustedes no nos pueden cuidar porque ya no tienen cómo”.
El hombre les reiteró que no tienen cómo adquirir productos básicos como un simple vaso de leche “porque es en divisa, no tenemos cómo comprarnos un par de zapatos porque es en divisa”.
“Simplemente es mi sentir y pienso que sea compatible con el de muchos aquí”, dijo el vocero de la comunidad, y la multitud respondió afirmativamente a sus palabras, casi a coro.
Según varios expertos, Cuba atraviesa su peor crisis económica de los últimos 30 años, con la segunda mayor inflación a nivel mundial, escasez de alimentos y bienes indispensables, además de los constantes cortes del servicio eléctrico.
En ese contexto muchas familias han quedado sumidas en la pobreza, mientras miles de cubanos se lanzan a las calles a protestar contra el gobierno y otros tantos han decidido emigrar en busca de mejorar sus vidas.
Según cifras difundidas por el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, en el presente año fiscal más de 177.800 cubanos han solicitado refugio político en ese país, lo que constituye el mayor éxodo de migrantes cubanos de que se tenga cuenta.
