La madre de una bebé de 10 meses encontró cucarachas dentro de la bolsa de leche en polvo que les corresponde por derecho a los niños cubanos menores de un año.
Rosalba Toledo, vecina de Centro Habana y clienta de la bodega ubicada en ese municipio, específicamente en la calle Barcelona entre Águila y Amistad; acudió a las autoridades cuando detectó la presencia del desagradable insecto en la leche de su hija pequeña.
“Cuando me quejé me dijeron que así se encontraban todos los sacos”, confesó la mujer cubana al medio de prensa alternativo 14ymedio. Asimismo, explicó que al recibir esa respuesta por parte de los responsables de la bodega, decidió dirigirse al gobierno municipal, donde le recomendaron que presentara su queja en la oficina del Ministerio de Comercio Interior.
“Allí me atendió la directora. Se mostró preocupada pero el problema es mayor que su preocupación, porque todo indica que la leche viene contaminada desde los almacenes suministradores”, contó la mujer.
Si bien el problema de las cucarachas en la leche es digno de plantar las alarmas por parte de los padres de niños pequeños, igual de preocupante resulta la situación con la distribución de ese producto en la red de bodegas del país, donde casi siempre llega pasada la fecha prevista. La propia mujer que encontró cucarachas en el producto, aseguró no estar convencida de entregarla y esperar el siguiente envío debido precisamente a la demora con su entrega.
La situación con la leche en Cuba no ha sido menos crítica que la de otros alimentos de primera necesidad incluidos en la muy conocida canasta básica, la cual además, ha notado una reducción considerable de los productos que contiene, como es el caso del azúcar y del arroz.
En el caso de la leche, su encarecimiento en el país ha llevado a que las cuotas que les eran entregadas a ancianos, personas con diabetes o alguna dieta por condiciones específicas de salud, hayan tenido que ser suprimidas en muchos casos. A los niños, se les entrega una bolsa de leche en polvo pasteurizada cuando son menores de un año; así como dos litros de leche fluida en días alternos, a los que cuentan entren uno y siete años.
Dicho suministro ni siquiera alcanza en la mayoría de las familias. Para asegurar las porciones diarias de leche que exigen algunos pequeños, muchos padres cubanos deben tienen la difícil misión de encontrar el alimento en el mercado negro alternativo, donde una bolsa de leche en polvo ronda los mil pesos, mientras que un litro de leche fluida roza, aproximadamente, los 150 pesos.
Sin embargo, más allá de la crisis por la que se encuentra atravesando el país después de la pandemia de Covid-19, las condiciones sanitarias en las que se distribuye un alimento indispensable como la leche para niños es inadmisible y además peligroso para la salud de los pequeños.
