El fallecimiento ayer del músico cubano José Luis Cortés, El Tosco, (1951-2022), además de las numerosas condolencias y lamentaciones por su desaparición y su importancia para la música cubana, trajo a colación las acusaciones de abuso y acoso sexual que sobre él vertiera la intérprete Dianelys Alfonso, más conocida como “Diosa de Cuba”, cuando fuera cantante de su orquesta NG La Banda.
La Diosa publicó en sus historia de Instagram una escueta declaración donde expresó que “Dios sabes que cada palabra que dije fue real. Hoy me siento en paz. El tiempo de Dios es perfecto”, y la Plataforma de Apoyo a Personas afectadas por la Violencia de Género Yo Sí Te Creo en Cuba declaró hoy en sus redes sociales que “la muerte de un agresor totalmente impune no es castigo ni reparación para las víctimas y, decimos ʽlasʼ porque Nelly (La Diosa) no ha sido la única que sufrió del maltrato sistemático de una persona con poder para cometer delitos sin ninguna consecuencia. A ella mandamos nuestro abrazo y fuerzas para superar este momento tan difícil, cuando resulta revictimizante y penoso que hasta personas que se consideran aliadas se rasguen las vestiduras.”
Las activistas de la plataforma, fundada precisamente a raíz de las denuncias de la cantante en 2019 que trajera a Cuba las primeras resonancias del movimiento del #MeToo, consideran que “no se trata de desconocer el talento y aporte de este músico a la cultura cubana, ni de desconocer o no comprender el dolor de sus familiares, personas allegadas y seguidores. Se trata de que en medio de esa magnificación mediática e institucional, polarización política y casi beatificación alrededor de la muerte, se olvida y hasta niega una vez más a sus víctimas. A todas ellas les decimos: ʽYo Sí Te Creo, hermanaʼ”, subrayaron.
Yo Sí Te Creo en Cuba denunció como “doble rasero” las expresiones de personas e instituciones que han manifestado su repudio al cantautor Fernando Bécquer por los múltiples testimonios de mujeres cubanas sobre sus estrategias sistemáticas de acoso sexual, “al tiempo que se obvia la violencia de José Luis Cortés en virtud de su virtuosismo como músico. Lo anterior fomenta aún más la impunidad. Es como si unos fueran más condenables que otros. En temas de justicia, los dobles raseros solo crean inconformidad y descrédito de instituciones, que deben garantizar un actuar igualitario para todas las personas. Se puede ser talentoso y también un agresor. Es más, muchos agresores son personas aclamadas en sus entornos”, acota la declaración.
Las activistas recuerdan a quienes “exigen pruebas y el veredicto de un tribunal para condenar a El Tosco” el hecho lamentable de que “todavía no existen en Cuba ni tribunales ni policías especializadas ni Ley Integral contra la Violencia de Género. El asunto de la violencia machista es estructural. Un momento clave para colocar el asunto fue sin dudas la denuncia en 2019 de Dianelys Alfonso ʽDiosa de Cubaʼ” de abusos por parte del El Tosco.
