El gobierno del presidente Donald Trump está movilizando a diplomáticos estadounidenses para presionar contra una resolución de la ONU que pide a Washington que levante su embargo de décadas contra Cuba, en parte compartiendo detalles del apoyo del régimen castrista a la invasión de Rusia en Ucrania, según un cable interno del Departamento de Estado visto por Reuters.
Como parte de la campaña de la administración, los diplomáticos estadounidenses dirán a los países que el gobierno cubano está apoyando activamente la invasión rusa con hasta 5.000 cubanos luchando junto a las fuerzas de Moscú.
De acuerdo a la agencia británica, el cable no clasificado con fecha del 2 de octubre enviado a docenas de misiones estadounidenses ordenó a los diplomáticos estadounidenses que insten a los gobiernos a oponerse a la resolución no vinculante, que ha sido aprobada en la Asamblea General de la ONU por amplios márgenes año tras año desde 1992.
Funcionarios de la Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios para esta historia, escribió Reuters.
El año pasado, la Asamblea General adoptó la resolución con 187 países votando a favor. Estados Unidos e Israel fueron los únicos países que votaron en contra, mientras que Moldavia se abstuvo.
Desde que regresó al cargo en enero, Trump ha duplicado las sanciones, devolviendo a Cuba a una lista estadounidense de estados patrocinadores del terrorismo, endureciendo las restricciones financieras y de viaje y sancionando a los ciudadanos de terceros países que reciben médicos cubanos.
Trump también ha endurecido recientemente su postura hacia Moscú, amenazando con sanciones financieras contra los compradores de petróleo ruso y permitiendo que las agencias de inteligencia de Estados Unidos compartan información con Ucrania para ayudar en sus ataques a los activos energéticos dentro de Rusia.
El cable decía que la resolución de la ONU culpaba «incorrectamente» a Estados Unidos por los problemas de Cuba que, según dijo, eran causados por la «propia corrupción e incompetencia» de Cuba. Agregó que el objetivo de este impulso era demostrar la oposición de la administración, reduciendo significativamente el número de votos por el «sí».
«Se prefieren los votos por el ‘no’, pero las abstenciones o el voto ausente/no son útiles», dijo el cable, y agregó que Washington necesitaba «aliados y socios de ideas afines» en este impulso.
El voto de la ONU puede tener peso político, pero solo el Congreso de Estados Unidos puede levantar el embargo.
El gobierno cubano culpa a las sanciones de Estados Unidos de todos sus males mientras los cubanos de a pie dicen que la crisis en la que está sumido el país, es a causa de «dos bloqueos» en alusión también a las políticas fallidas del modelo castrista. La isla enfrenta la peor recesión económica en décadas caracterizada por la escasez de productos básicos, el colapso de la infraestructura y la inflación galopante junto a la falta de libertades.
El Departamento de Estado dijo que el gobierno de Cuba estaba utilizando la resolución anual de la ONU como un mecanismo para victimizarse y que no merecía el apoyo de los aliados democráticos de Estados Unidos.
«La Administración Trump no permanecerá al margen ni apoyará a un régimen ilegítimo que socava nuestros intereses de seguridad nacional en nuestra región», dijo un portavoz del Departamento de Estado en comentarios enviados por correo electrónico el sábado.
Durante años, las tácticas de Estados Unidos para debilitar el apoyo a la resolución no vinculante de la ONU se han centrado en la legalidad del embargo, cómo Estados Unidos proporcionó excepciones para alimentos y medicinas y destacó los derechos humanos de Cuba, según el cable.
Todos estos enfoques no han logrado influir en la votación, agregó. El cable proporcionó casi dos docenas de puntos de conversación, muchos de los cuales acusaron a Cuba de despilfarrar sus recursos limitados, negar a su pueblo los derechos humanos básicos y ser una amenaza para la paz internacional.
El régimen cubano y su presidente Miguel Díaz-Canel han apoyado activamente la guerra de Rusia en Ucrania, según uno de los temas de conversación.
«Después de Corea del Norte, Cuba es el mayor contribuyente de tropas extranjeras a la agresión de Rusia, con un estimado de 1000-5000 cubanos luchando en Ucrania», decía el cable.
El portavoz del Departamento de Estado se negó a proporcionar más detalles sobre los combatientes cubanos, pero dijo que Washington estaba al tanto de los informes de que estaban luchando junto a las tropas rusas en Ucrania.
«El régimen cubano no ha protegido a sus ciudadanos de ser utilizados como peones en la guerra entre Rusia y Ucrania», dijo el portavoz.
En las últimas semanas, funcionarios ucranianos advirtieron a los legisladores estadounidenses sobre la creciente escala de reclutamiento de mercenarios cubanos por parte de Rusia para luchar en Ucrania.
El cable, según Reuters, también acusó al gobierno cubano de socavar las democracias en el hemisferio occidental, a medida que aumentan las tensiones entre Washington y Venezuela, el aliado político y económico más importante de Cuba. El ejército estadounidense ha llevado a cabo ataques en el Caribe contra barcos que salían de Venezuela que, según afirmaba, transportaban drogas. El último ataque estadounidense tuvo lugar el viernes.
El miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, pidió a las Naciones Unidas que impida que Estados Unidos inicie una guerra en la región. Dijo que la lucha contra el narcotráfico en nombre de la seguridad nacional de Estados Unidos era un «pretexto crudo y ridículo» para la agresión.
En septiembre de 2023 el gobierno cubano desmintió a su embajador en Rusia, quien había asegurado que la isla no se oponía a la participación de sus ciudadanos en la guerra.
El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez dijo que el gobierno cubano rechaza la participación de sus ciudadanos en “ cualquier conflicto”.
“La posición inequívoca e invariable del Gobierno cubano, conforme a la legislación nacional, es contraria a la participación de ciudadanos cubanos en cualquier conflicto, contra el mercenarismo y contra la trata de personas” dijo Rodríguez en su página de X ( exTwitter).
El embajador cubano en Rusia Julio Antonio Garmendía había asegurado a medios rusos que “no tenemos nada en contra de los cubanos que solo quieren firmar un contrato y participar legalmente en esta operación con el Ejército ruso. Pero nos oponemos a la ilegalidad y estas operaciones, que no tienen nada que ver con el ámbito legal”.
Las declaraciones de Garmendía ocurrieron tras la aseveración de las autoridades de la isla sobre la captura de un grupo de personas que se dedicaban al tráfico de personas desde Cuba hacia la guerra en Ucrania. La pasada semana ya Garmendía anunció que finalizaba sus labores y varios actos de despedida al diplomático por parte de autoridades rusas han sido difundidas en la prensa moscovita.
Varios cubanos alistados en el ejército ruso aseguraron que el gobierno de Díaz- Canel tiene conocimiento de su presencia en el conflicto armado.
Esta semana el gobierno de Rusia ha presentado un acuerdo de cooperación militar con Cuba a la Duma Estatal para su ratificación.
