Vivir del Cuento es una de las mayores incógnitas de la televisión cubana. Tras la partida en masa de la mayoría de sus actores protagónicos, el programa parece a punto de mate, una percepción que se incrementa con la reciente partida de Cuba del actor Wilber Gutiérrez y las palabras nada alentadoras de Luis Silva, el famoso “Pánfilo”.
“No esperan buenas noticias”, dijo Silva en sus redes sociales a un internauta que le preguntó sobre el regreso del popular espacio.
Lo cierto es que Vivir del Cuento brilla por su ausencia desde hace buen tiempo en las pantallas cubanas y los millones de seguidores del espacio se han quedado sin esos claros momentos de diversión que brindaba en medio de una de las más graves crisis que vive la isla.
La propia crisis es la responsable de la posible desaparición del programa. O mejor dicho no exactamente la crisis, sino sus protagonistas: el poder político que al parecer ha dado órdenes a los directivos de la televisión para que le dan largo al espacio hasta que finalmente su equipo cuelgue los guantes y decida no continuar con el programa.
Lo cierto es que en medio de cruentos apagones, ausencia de alimentos, precios por las nubes, migración masiva y deterioro de la sanidad no es muy factible para los dirigentes políticos escuchar bromas en televisión sobre este contexto que ya roza la debacle en caso de que aún no lo sea.
El caso de Wilber Gutiérrez es otro ejemplo de este complejo escenario. El actor puso pies en polvorosa y apareció de pronto en México con su familia a la espera de ingresar en Estados Unidos, donde se encuentran varios de sus colegas del programa como Irela Bravo, Andy Vázquez y Omar Franco. “ Chacón”, como tantos cubanos, decidió escapar de la crisis que le ha puesto la soga al cuello a la sociedad cubana.
Los productores han hablado de censura por parte de los directivos y de los malestares que esta ha causado entre los protagonistas del humorístico, encabezados por Luis Silva, quien ya colocó para siempre en el imaginario de los cubanos el personaje de «Pánfilo».
Las autoridades televisivas han quedado en silencio y se han hecho los de la vista gorda ante tales declaraciones divulgadas en medios independientes. Y como no podía ser de otra forma los medios oficiales no se preguntan (ni preguntan) sobre el futuro de un espacio que era el de mayor popularidad entre los cubanos.
Ante este nivel de incertidumbre solo queda esperar alguna revelación de Silva o de otra persona vinculada al programa para saber si será finalmente vetado o tiene posibilidades de regresar a las pantallas cubanas. Sin embargo cómo se ve el tablero político en Cuba cabe esperar que en cualquier momento le den jaque mate a Vivir del Cuento.
