Actos de repudio, marchas en plena pandemia, concentraciones masivas pese a la COVID, una caravana de la Unión de Jóvenes Comunistas: muchos se preguntan hasta cuándo el gobierno seguirá violando las normas sanitarias mientras exige al pueblo ser “consciente”.
Una y otra vez, el gobierno cubano hace suyo el dicho popular que reza “Haz lo que yo digo y no lo que yo hago”: mientras reparte multas a diestra y siniestra a la población por incumplir con las normas, las viola de forma institucional mediante sus organizaciones de masa, como la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
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La UJC es el último caso que ejemplifica la doble moral del poder en el tratamiento de la situación del coronavirus, pues mediante Facebook ha hecho un llamamiento para otra presencia en lugares públicos, pese a que la isla vive el peor momento de la pandemia.
“El próximo jueves 5 de agosto la Unión de Jóvenes Comunistas te invita a participar en la caravana #Victoria Popular. No faltes… te esperamos… participa”, se puede leer en un post en la cuenta oficial de esa organización.
Aunque no han brindado más detalles, parece ser, como lo indica su nombre, una caravana que saldrá desde La Chorrera, por todo El Malecón habanero, hasta el parque 13 de Marzo. Asistirán desde motos y carros, hasta patinetas y bicicletas.
Esta manifestación convocada por la Unión de Jóvenes Comunistas ha provocado las críticas en los comentarios de usuarios que se han cuestionado cómo llaman a salir a espacios públicos, cuando el mismo gobierno castiga con multas de miles de pesos por solo bajarse la mascarilla.
“Pero en serio, más marchas, las caravanas. Paren con eso ya. Lo que están es contagiando a más personas. ¿A quién se le ocurre en plena pandemia convocar una marcha? Vamos, cada día más para atrás”, escribió Sandra González.
Esta de la Unión de Jóvenes Comunistas no se trata de la primera conducta irresponsable de la cual alardean las autoridades cubanas, pues a pocos días de las manifestaciones del pasado 11 de julio en todo el país contra el gobierno, el gobernante Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro -algunos sospechan que se trató de un doble de este último-, encabezaron poco después de las siete de la mañana un acto “en defensa de la Revolución” que un meme bautizó como “fiesta del COVID”.
En redes sociales, el conocido biólogo Amílcar Pérez Riverol criticaba estos hechos -meses antes se produjo otra concentración mayor incentivada desde el poder-, pues los especialistas consideran que las fatídicas consecuencias se verán después, multiplicadas en cientos de contagios y en fallecidos por COVID-19.
El científico alertaba no solo por “los potenciales contagios en sí –recientemente un concierto en Holanda que reunió a 20 000 personas todas vacunadas o con un PCR negativo en las últimas 40 horas resultó en 1000 contagios–, sino por el mensaje contraproducente que enviaría en un momento tan crítico de la pandemia en Cuba”.
Pero para el gobierno cubano y la Unión de Jóvenes Comunistas ningún número de contagiados significa nada, por alto que sea, cuando se trata de montar “actos de reafirmación” patriotera que no tienen nada de espontáneos.
