Últimos movimientos de Donald Trump no apuntan a la isla directamente, sino a los propios Estados Unidos

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«Make America Great Again», ha sido la frase clave de Donald Trump durante sus dos campañas, y para este mandato no será diferente.

La administración de Donald Trump desmintió este miércoles rumores sobre nuevas sanciones contra Cuba, según reportó Café Fuerte. Un supuesto comunicado, atribuido al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), circuló en redes sociales indicando la suspensión de remesas, vuelos comerciales directos a Cuba y limitaciones de viajes para cubanos residentes en Estados Unidos, entre otras medidas. Sin embargo, fuentes oficiales estadounidenses confirmaron que no existe tal anuncio y exhortaron a verificar información a través de canales oficiales.

El falso comunicado provocó un intenso debate en redes sociales, generando reacciones divididas entre defensores y detractores de sanciones más estrictas contra el régimen cubano.

Además, suscitó críticas hacia la irresponsabilidad de difundir información no verificada, destacando que el lenguaje del panfleto se alejaba del estilo habitual de las agencias federales y omitía menciones a departamentos clave como Estado, Tesoro y Transporte.

Uno de los primeros – o el primero – que dio a conocer en redes sociales el asunto fue el periodista Mario Vallejo.

Mario, luego publicó otro post, este más certero, sobre lo que él considera es «el preámbulo del anuncio de próximas sanciones severas contra el régimen de Cuba.»

El comunicado del Departamento de Estado no apunta directamente hacia Cuba, aunque en sentido general incluye situaciones que afectarían a la isla de alguna manera al señalar que, entre las prioridades del nuevo Secretario de Estado, Marco Rubio, está «alinear la política exterior de EE.UU. con los intereses nacionales, según la dirección de Donald Trump.»

Esto implica priorizar la seguridad, la fortaleza y la prosperidad de América. Enfocaremos el Departamento de Estado hacia la innovación y pragmatismo, eliminando prácticas y prioridades que no respalden estos objetivos. Combatiremos la migración masiva, reforzaremos las fronteras, y promoveremos el mérito dentro de nuestras filas. Abandonaremos causas políticas divisivas, priorizando la verdad y la libre expresión. Además, impulsaremos la independencia energética, abandonando políticas climáticas debilitantes. Nuestro objetivo es un país más seguro, fuerte y próspero, resume el ex senador cubanoamericano.

Pero, ¿qué ha hecho Donald Trump en las últimas 48 horas?

En sus primeros días de regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha demostrado su intención de implementar medidas drásticas en diversas áreas, reafirmando su enfoque en la seguridad fronteriza, la política exterior y la autonomía de los consumidores. Aquí un resumen detallado de sus acciones más destacadas.

Suspensión de asistencia extranjera por 90 días

Trump firmó una orden ejecutiva para suspender todos los programas de asistencia extranjera por 90 días mientras se evalúa su alineación con los intereses nacionales de Estados Unidos. Según el mandatario, muchas de estas iniciativas no solo no benefician a los estadounidenses, sino que contradicen los valores del país, promoviendo inestabilidad global.

Aunque no está claro el impacto total de esta medida debido a compromisos previos de financiamiento, Trump delegó al Secretario de Estado Marco Rubio la tarea de decidir qué programas continuarán, basándose en criterios como seguridad, fortaleza y prosperidad nacional. La asistencia destinada a aliados estratégicos como Israel, Egipto y Jordania probablemente no se verá afectada debido a acuerdos históricos.

Esta decisión es una continuación de su postura crítica hacia la ayuda exterior, que él considera un gasto innecesario. Anteriormente, su administración recortó fondos a agencias de la ONU y otros programas internacionales. La medida ha generado un intenso debate sobre su posible impacto en regiones vulnerables.

Relajación de estándares de eficiencia energética

En el ámbito doméstico, Trump firmó una orden que busca revertir los estándares de eficiencia energética para electrodomésticos y artículos del hogar, como duchas, inodoros y lavadoras. Esta medida, argumentó, tiene como objetivo «liberar» la energía estadounidense y dar a los consumidores libertad para elegir entre diferentes productos, incluso aquellos menos eficientes.

La administración anterior había fortalecido estas regulaciones para reducir el consumo de agua y energía, promoviendo ahorro en las facturas y menor impacto ambiental. Sin embargo, Trump criticó que estas normas afectan la funcionalidad de los productos, citando su experiencia personal con cabezales de ducha que no proporcionaban suficiente flujo de agua.

Expertos advierten que la eliminación de estas regulaciones podría aumentar los costos energéticos para los consumidores y debilitar los esfuerzos contra el cambio climático. Sin embargo, Trump argumenta que estas medidas devolverán a los estadounidenses el control sobre sus decisiones de consumo.

Cierre de recursos en español

Trump también ordenó el cierre de la versión en español del sitio web de la Casa Blanca y de su perfil en redes sociales, acción que ya implementó en su primer mandato. Esto ha generado críticas de líderes hispanos, quienes lo ven como una exclusión de los más de 43 millones de estadounidenses que hablan español en casa. Aunque la Casa Blanca afirmó que se trata de un cambio temporal mientras se ajusta el sitio, muchos consideran que el gesto envía un mensaje negativo a la comunidad latina.

Esta decisión coincide con una serie de medidas dirigidas a endurecer las políticas migratorias, incluida la declaración de una emergencia nacional en la frontera con México y el despliegue de 1,500 militares adicionales. Las fuerzas se sumarán a los efectivos ya desplegados para asistir en labores logísticas y administrativas, con miras a alcanzar un control total de la frontera sur.

Endurecimiento de políticas migratorias

Siguiendo su promesa de campaña, Trump tomó medidas inmediatas para reforzar la seguridad fronteriza y acelerar las deportaciones. En las primeras 24 horas de su mandato, las autoridades detuvieron a 308 inmigrantes considerados «graves criminales». Estas acciones son parte de un plan más amplio que incluye deportaciones rápidas y el uso de tropas militares para reforzar la frontera.

Además, Trump estudia invocar la Ley de Insurrección de 1807, lo que permitiría a los militares asumir roles de aplicación de la ley, un movimiento polémico que podría enfrentar desafíos legales.

Conflicto con líderes religiosos

Trump también protagonizó un enfrentamiento con la obispa Mariann Budde durante un servicio inaugural en la Catedral Nacional de Washington. Budde instó al mandatario a mostrar compasión hacia las comunidades LGBTQ+ y los migrantes, lo que provocó una dura respuesta de Trump, quien la calificó como «radical de izquierda» y pidió una disculpa pública.

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