Trump-Rubio-Salazar-Musk: Las cuatro patas de una mesa que La Habana no quiere ni en pintura

Havana
llovizna
18.2 ° C
18.2 °
18.1 °
94 %
3.6kmh
100 %
Jue
20 °
Vie
20 °
Sáb
21 °
Dom
24 °
Lun
27 °

Cada una de estas «patas» tiene una postura clara y, en muchos casos, una acción concreta contra el régimen de Cuba.

Esa voluntad de cambio para Cuba, aparentemente, ya existe en este nuevo equipo que está formando Donald Trump, y cada uno de estos cuatro actores está dispuesto a ponerla en práctica, convirtiendo sus respectivas áreas de influencia en instrumentos de cambio en un futuro que La Habana preferiría evitar.

La administración entrante de Donald Trump ha generado reacciones internacionales desde su anuncio de gabinete, con algunos nombres que, para el régimen cubano, representan amenazas claras a su estabilidad.

La reciente confirmación de figuras como el senador cubanoamericano Marco Rubio como Secretario de Estado, la reelección de María Elvira Salazar en el Congreso, y la designación de Elon Musk al frente del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, cada uno con posturas críticas o iniciativas directas hacia Cuba, han creado un bloque conservador e influyente con gran poder de maniobra sobre la política exterior hacia la isla.

Para el régimen de La Habana, Marco Rubio no es una novedad, pero sí una figura de creciente peso político en Estados Unidos. Rubio ha mantenido durante su carrera una postura firme contra el gobierno cubano, criticando las políticas de acercamiento y defendiendo sanciones como un mecanismo de presión sobre el castrismo.

Ahora, como secretario de Estado, Rubio se convierte en el latino de mayor rango en la política estadounidense y en un actor crucial para las relaciones con América Latina, en particular con los países gobernados por regímenes autoritarios.

Rubio, que ya se ha destacado por su labor en el Senado en temas de inteligencia y relaciones exteriores, ha expresado su intención de apoyar una política de «paz a través de la fuerza» bajo la dirección de Trump, lo que podría traducirse en un mayor endurecimiento de las relaciones con Cuba.

«Dirigir el Departamento de Estado de EEUU es una enorme responsabilidad y me siento honrado por la confianza que el presidente Trump ha depositado en mí. Como secretario de Estado, trabajaré todos los días para llevar adelante su agenda de política exterior», detalló Rubio en su cuenta de X.

La Habana ve en Rubio a un obstáculo para cualquier intento de alivio de sanciones o flexibilización en áreas críticas para su economía. Rubio también ha sido un ferviente crítico de la represión contra la sociedad civil cubana y la censura a internet, temas que ha abordado a lo largo de su carrera y que, ahora con más poder, podrían traducirse en acciones específicas dirigidas al gobierno cubano.

Aquí algunos de sus momentos más «ácidos» con relación a La Habana:

María Elvira Salazar, por su parte, la representante cubanoamericana recién reelecta, ha utilizado su plataforma política para insistir en la necesidad de llevar conectividad a la isla como una herramienta de liberación.

Desde la presentación de su proyecto «Operación Starfall» en 2022, la legisladora ha defendido el acceso a internet en Cuba y otros países con regímenes opresivos, argumentando que la comunicación es clave para la libertad. Según Salazar, si los cubanos tuvieran acceso a internet sin censura, el régimen se vería incapaz de contener las manifestaciones.

En una reciente conversación con Elon Musk, director ejecutivo de SpaceX y de la empresa Starlink, Salazar exploró la posibilidad de usar la tecnología satelital para llevar internet a la isla, reiterando su famosa frase: “Tenemos la tecnología, solo necesitamos la voluntad”.

El régimen cubano ha sido contundente en el control de la conectividad, limitando el acceso a internet y bloqueando aplicaciones durante episodios de protesta, como las manifestaciones del 11 de julio de 2021.

Salazar ha promovido la descarga de aplicaciones como Delta Chat, que permiten a los cubanos mantener la comunicación a pesar de los bloqueos. Con Musk ahora a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental, el proyecto de conectividad podría pasar de las palabras a los hechos, aunque la fase de la conexión directa desde Starlink a los teléfonos celulares ha tenido resultados satisfactorios, aún está en prueba.

El proyecto Starlink ya demostró su efectividad en Ucrania durante el conflicto con Rusia, donde los servicios de internet satelital permitieron a los ucranianos mantenerse conectados a pesar de los ataques a las infraestructuras de telecomunicaciones, pero las torres repetidoras de señales estaban en tierra, algo que no sucede en Cuba.

Sin embargo, a no dudarlo, la experiencia de Musk en Ucrania le da una ventaja técnica y política para replicar este modelo en Cuba, si la administración de Trump decide que es una prioridad. Para el régimen cubano, la posible participación de Musk en un proyecto de conectividad significaría un grave riesgo a su monopolio de comunicaciones y a su control informativo.

Aunque Elon Musk no ha tenido una postura directa hacia la dictadura de Cuba, sí lo ha hecho hacia Venezuela, donde, en tono irónico, ofreció un boleto GRATIS a Marte a Nicolás Maduro.

Con su nombramiento al frente del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, Musk podría ser una pieza clave en la cruzada de Salazar para llevar conectividad a la isla, especialmente si decide emplear los satélites Starlink para garantizar internet en zonas reprimidas por gobiernos totalitarios.

El régimen cubano observa estos movimientos con inquietud, pues una conectividad libre y segura representa un peligro para el control informativo y la estabilidad interna que la dictadura ha mantenido desde hace décadas.

Donald Trump y su política de línea dura hacia Cuba

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca es, por sí solo, un golpe para el régimen cubano.

Durante su primera administración, Trump revirtió muchas de las políticas de apertura implementadas por la administración de Barack Obama, imponiendo nuevas sanciones y limitaciones en áreas clave para la economía cubana, como el turismo y las remesas.

En su segundo mandato, Trump promete mantener una postura de «Estados Unidos primero» en política exterior, una línea que afectará directamente a los aliados de Washington en la región y podría implicar un endurecimiento en el tratamiento hacia gobiernos como el de La Habana.

Con un gabinete repleto de figuras de línea dura y dispuestas a utilizar todos los recursos para aplicar presión, Trump está alineando una política internacional que favorece a la sociedad civil y a los movimientos democráticos.

Este enfoque representa un peligro para los intereses del gobierno cubano, que depende en gran medida del bloqueo informativo y el control de las comunicaciones. Para La Habana, Trump no es un desconocido, pero su retorno, acompañado de figuras como Rubio y Salazar, es un símbolo de tiempos difíciles y de un contexto más hostil.

tal vez quieras leer: Cubanos con I-220A no podrán ser deportados, afirma Marco Rubio

¿Quieres reportar algo?

Envía tu información a: [email protected]

Lo más leído

Quizás te interese

Envíos a CUBA desde → $1.79 x LBENVÍA AQUÍ
+