Más allá de los tiempos técnicos, la reincorporación de Cuba a la lista sería un fuerte mensaje político tanto para el régimen cubano como para los votantes en el sur de la Florida, donde reside una comunidad cubanoamericana que ha respaldado históricamente estas medidas. La combinación de Trump y Rubio en este esfuerzo probablemente buscaría reforzar su imagen como líderes decididos a enfrentar al régimen cubano, sin importar las críticas internacionales que puedan surgir.
Marco Rubio, María Elvira Salazar, Donald Trump y Elon Musk se han convertido en cuatro pilares de una estrategia de presión que representa una amenaza directa al status quo en Cuba. Desde la diplomacia internacional hasta la conectividad en internet, estas "cuatro patas de una mesa" no solo incomodan al gobierno cubano, sino que lo exponen a un contexto de aislamiento y vigilancia más exhaustivo.
La posible designación de Marco Rubio como Secretario de Estado augura una política exterior estadounidense más dura y exigente hacia Cuba, enfocada en la promoción de la democracia y el respeto a los derechos humanos, y menos inclinada a concesiones sin condiciones previas.
Las implicaciones económicas del posible nombramiento de Marco Rubio como Secretario de Estado en una cada vez más probable Administración Trump serían amplias, afectando todo, desde la diplomacia y el comercio hasta los viajes y la legislación interna en Estados Unidos.
Fuentes consultadas no descartan que el plan demócrata contemple que otros estados comiencen a unirse a la postura de Colorado con el comienzo del nuevo año.
Otra vez vuelve a sonar el tema, esta vez en la voz de un influyente senador cubanoamericano y otra vez vuelven a dividirse los criterios entre los cubanos en las redes sociales.
Los candidatos republicanos a los puestos de Gobernador, Senador y Congresistas, arrasaron en las elecciones de medio término en el estado de la Florida.
Las encuestas recientes muestran que el actual gobernador republicano, Ron DeSantis, está muy por delante del candidato demócrata Crist. Y Marco Rubio también va delante.