Trump llama a DeSantis «aburrido» y carente de «carisma personal»

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Las tensiones entre el expresidente Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis (R), están llegando a un punto de ebullición que a muchos seguidores de la política en los EE.UU. nos recuerda aquellos encontronazos que tuvieron como víctimas a dos cubanos americanos: Ted Cruz y Marco Rubio.

Ambos cayeron derrotados abrumadoramente ante la fuerza de la pegada de la lengua, con reducido verbo, de Mr. Trump, en algún que otro momento del 2015 y del 2016. De los dos, fue Rubio el que sufrió el más escandaloso nocaut a manos de Trump que ahora, al parecer, está haciendo sus sparrings con otro floridano: el gobernador Ron DeSantis.

En algún momento del 2021 y del 2020, se habló de una posible «fórmula presidencial» republicana para el 2024. Una formada por Donald Trump y Ron DeSantis, pero ahora hasta se habla de un posible enfrentamiento primario en 2024.

¿Cómo pasaron estos dos de ser amigos a rivales? Ya lo veremos.

Primero que todo, hay que recordar que aquí rivales prácticamente no existen. En campañas, dentro del Partido parece que se vale todo. Cualquier duda le pueden preguntar a Marco Rubio y Ted Cruz que son expertos en el tema. Ambos fueron absolutamente ridiculizados – sus esposas «mencionadas», el tamaño de su pene también, por Trump, en su campaña por la presidencia – y luego dejaron todos esos ataques a un lado y se volvieron más trumpistas que ninguno. Había que salvar y pensar en el partido, dijeron entonces.

Ted Cruz le dio tanto apoyo a Trump, que hasta lo apoyó en su denuncia del robo de elecciones y todo lo relacionado al 6 de enero del 2021.

En ese mismo camino parecía estar DeSantis, que acogió con agrado la mudanza de Trump, desde Washington – y Nueva York – a West Palm Beach. Pero…

Las tensiones se han agudizado en los últimos días. Un artículo publicado el domingo por The New York Times ofreció una descripción detallada de una relación cada vez más conflictiva entre Trump y DeSantis, y todo parece haber surgido después que alguien le hiciera creer a DeSantis que él puede ser presidente y no Vicepresidente, y luego de que este, en una entrevista reciente en el podcast conservador “Ruthless”, dijera que lamentaba no haber respondido de manera más agresiva cuando Trump aconsejó a los estadounidenses que se quedaran en casa en los primeros días de la pandemia de coronavirus.

“Probablemente fui el primer gobernador en enero de 2020 en pedir restricciones de viaje desde China. Apoyé al presidente Trump cuando hizo eso”, dijo DeSantis. “Pero tenemos que dar un paso atrás y reconocer que esas restricciones de viaje simplemente no funcionaron”.

Desde entonces – diríamos – comenzó el dime que te diré.

Donald Trump se enteró sobre una charla donde se habló sobre una futura candidatura de DeSantis a la Casa Blanca y ya comenzó a tirar sus primeras balas.

Algunos hablan de ascenso político de DeSantis, a pesar de su desastroso manejo en la gobernatura de la Florida, pero las quejas del expresidente han sido más fuertes, y «genera preocupación entre algunos republicanos sobre una pelea inminente entre dos pesos pesados ​​del Partido Republicano,» señala el diario The Hill, que asegura que Trump «se ha quejado detrás de escena durante meses.»

La historia se repite. El ex asesor de Trump, Sam Nunberg, cree que Trump ha comenzado demasiado temprano.

“No estamos en la temporada de primarias republicanas. Esta es una pelea para mediados de 2023. No es una pelea para empezar a tener en 2022”.

«El presidente Trump es el que claramente busca pelea aquí, y es una pelea demasiado temprana e innecesaria”, dijo este hombre que además precisó es neutral en una disputa entre Trump y DeSantis.

Una historia publicada ayer lunes por Axios, da cuenta de que Trump ha estado menospreciando en privado a DeSantis, y que lo llamó «aburrido» y «carente de carisma personal»

La semana pasada, Trump pareció criticar a DeSantis, quien se negó a decir públicamente si recibió o no su vacuna de refuerzo COVID-19.

En una entrevista con el conservador One America News Network, el expresidente criticó a los políticos “sin agallas” que no revelan su condición de patrocinadores, y el comentario «sin nombre» fue ampliamente asumido como dirigido directamente al gobernador de Florida.

“Tienes que decirlo. La hayas recibido o no, dilo”, comentó Trump, presuntamente sobre DeSantis.

En honor a la verdad hay que decir que Trump precisamente ganó votos por su manera de decir las cosas directamente, sin adornos. Aún, aunque no fuesen ciertas.

The Hill asegura que «la frustración de Trump con DeSantis se debe en parte a la negativa del gobernador a decir públicamente que no desafiará a Trump por el visto bueno republicano de 2024 si el expresidente decide postularse nuevamente para la Casa Blanca.»

«Varios otros aspirantes a contendientes ya lo han hecho, mientras que DeSantis ha eludido en gran medida la pregunta en público,» añade The Hill, que parece olvidar que DeSantis precisamente se caracteriza por ser un camaján, y darle curva a cuanta cosa sabe que lo compromete.

También se dice que Trump está molesto porque ve en DeSantis a un desagradecido. DeSantis ganó la nominación republicana a gobernador en 2018 por la Florida, precisamente por el apoyo que le diera Trump en su campaña contra el excomisionado de Agricultura de Florida, Adam Putnam.

La verdad es que DeSantis parece vivir ajeno a estos y otros problemas. Está muy claro para él que no se debe entrar en este tipo de combate. Ni cuerpo a cuerpo, ni en la distancia, ni de riposta.

Primero, porque en este 2022 se enfrenta a Niki Fried por la gobernatura y no quiere perder votantes. Especialmente «el apoyo de la base de votantes leales del expresidente,» explica The Hill.

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En la entrevista con “Ruthless”, DeSantis descartó la idea de que su relación con Trump se había agriado y culpó a los medios de alimentar tales rumores.

“No puedes caer en el anzuelo”, dijo. “Sabes lo que están tratando de hacer, así que simplemente no lo tomes. Sólo sigue adelante. Necesitamos a todos unidos para una gran ola roja en 2022. Tenemos que luchar contra la izquierda, y no solo luchar, sino vencer a la izquierda. Y eso es lo que estamos haciendo en Florida”, dijo DeSantis.

El problema de DeSantis es que parece olvidar que ese es el estilo de Trump. Agresivo y directo a la yugular. Ha dicho DeSantis lo mismo que en algún momento dijeron otros, que no caerían en el ataque personal.

Lo prometieron Cruz y Rubio, en el 2016. Lo dijeron un día, y cuando vieron que Trump los estaba aplastando en los números, finalmente cedieron y terminaron ensarzados en la cumbancha.

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