Miles de camioneros hispanos, incluyendo a numerosos choferes cubanos de Florida, podrían verse severamente afectados después de que el presidente Donald Trump firmara este lunes una orden ejecutiva para exigir a los conductores de camiones comerciales el dominio del idioma inglés.
“Con esta Orden Ejecutiva, el presidente Trump garantiza que los conductores comerciales cumplan con los estándares establecidos de suficiencia en inglés para transitar con seguridad por las carreteras, cumplir con las regulaciones y comunicarse de manera eficaz con las autoridades y los empleadores”, apunta el documento publicado por la Casa Blanca.
El decreto, que incidiría directamente en familias cuyos ingresos dependen de la transportación y la entrega de cargas entre estados, exige al Departamento de Transporte que incluya una prueba de inglés para estos conductores.
“Hay muchos problemas de comunicación de los camioneros tanto con las autoridades federales como con las locales, lo que obviamente representa un riesgo para la seguridad pública. Por lo tanto, vamos a asegurarnos de que todos nuestros camioneros, que son la columna vertebral de nuestra economía, hablen inglés. Es una política de sentido común”, señaló ante la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
La orden recuerda que la ley federal exige que, para operar un vehículo comercial, el conductor debe “leer y hablar inglés lo suficiente como para conversar con el público en general, comprender las señales de tráfico en inglés, responder a las solicitudes oficiales y realizar anotaciones en informes y registros”.
No obstante, según el documento firmado, este requisito no se ha aplicado en años, por lo que las carreteras estadounidenses se han vuelto “menos seguras”.
La orden quiere conseguir que cualquier persona al volante de un vehículo comercial “esté debidamente calificado y sea competente en el idioma nacional”, como se calificó al inglés en otro decreto el pasado 1 de marzo.
También se pretende hacer más eficaces los protocolos de control, por lo que serían revisados con más exhaustividad permisos de conducir comerciales emitidos por las agencias estatales pertinentes para identificar irregularidades en su emisión.
Sin embargo, de acuerdo con la Asociación Nacional de Camioneros, no es verdad que en los últimos años haya habido en el país un aluvión de camioneros extranjeros que hayan desplazado a trabajadores estadounidenses y puesto en peligro la seguridad vial.
“Cualquiera que repita esta afirmación inexacta necesita comprender mejor cómo se recopilan los datos del sistema de información de gestión de transportistas y cómo estos pueden manipularse para promover una agenda política”, dijo a mediados de marzo el organismo.
Si bien el texto de la orden admite que los camioneros estadounidenses son esenciales para la fortaleza económica, la seguridad y el sustento de la nación, no incluye en ello a aquellos choferes comerciales que no puedan cumplir con el “requisito de seguridad innegociable” de poder leer y comprender las señales de tráfico en inglés.
“Deben ser capaces de leer y comprender las señales de tráfico, comunicarse con los agentes de seguridad vial, la patrulla fronteriza, los puestos de control agrícolas y los agentes de las estaciones de límite de peso de la carga”, establece la orden. “Los conductores deben proporcionar retroalimentación a sus empleadores y clientes y recibir instrucciones relacionadas en inglés”.
“Incumplir el requisito de dominio del inglés pondría al conductor fuera de servicio”, añade la orden, según la cual un conductor debe poder leer y hablar inglés lo suficiente como para conversar con funcionarios, empleadores y público en general mientras opera un vehículo comercial.
Hay que tener en cuenta que Trump designó el inglés como idioma oficial del país el mes pasado mediante una orden de la que se deriva la normativa emitida este 28 de abril.
El requisito del dominio del inglés ha sido un asunto de larga discusión en Florida y, particularmente, en el condado Miami-Dade, donde el español y el creole son idiomas reconocidos como idiomas para trámites y registros oficiales.
