El servicio de transporte público en Cuba mueve actualmente menos del 50% de los pasajeros que trasladaba hace cinco años, según informó la pasada semana el ministro del sector, Eduardo Rodríguez Dávila.
De acuerdo con lo que admitió el titular durante el programa especial que conduce el mandatario Miguel Díaz-Canel, existe una “situación difícil” tanto en la transportación de pasajeros como en la de cargas.
“Si hablamos del transporte de pasajeros, que es lo que toca directamente a la población, estamos en uno de los peores momentos de los últimos años”, apuntó Dávila sobre el tenso escenario.
“Hace cinco años en Cuba se transportaban unos 5,8 o 5,9 millones de pasajeros diarios y hoy se están transportando 2,7 millones”, reconoció el funcionario.
Dávila explicó que la mitad de las rutas estatales “tiene inestabilidad”, ya que “una parte de los ómnibus tiene problemas de paralización técnica y otra parte tiene problemas de abastecimiento de combustible”.
Lo anterior deja a la mayoría de los cubanos a disposición del servicio que ofrecen los porteadores privados, cuyos elevados precios, en palabras de Dávila, se deben a la inflación.
El ministro confirmó que la población se queja de que los vehículos estatales no paran en las paradas. “Eso lo hemos enfrentado con reuniones, con sanciones, y tengo que reconocer, presidente, que esa es una temática que no hemos logrado resolver”, expresó.
En medio del deterioro del parque automotor y la agudización de una crisis energética, en el transporte de carga también se opera “la mitad” que hace dos o tres años, precisó Dávila.
Ante la escasez de combustible que existe en el país y las largas colas en las paradas de autobuses, a tenor con el ministro de Transporte y Díaz-Canel, se impulsa la implementación de autobuses y triciclos eléctricos.
La causa del problema está en “la falta del suministro oportuno de piezas de repuesto, un problema largo, viejo, que tenemos en Cuba, que hacemos las inversiones en los medios de transporte, sin embargo, no logramos sostener el mantenimiento”, apuntó.
En cuanto al ferrocarril y el transporte aéreo, Dávila resaltó que requieren productos de importación para su mantenimiento.
En más de una ocasión, Dávila ha resaltado que la disminución de las capacidades de transportación de pasajeros y de carga no se debe solo a la insuficiente disponibilidad de combustible, sino también a la falta de financiamiento.
A principios de este mes de abril, Dávila indicó que en Cuba existen 183 triciclos eléctricos que cubren 29 rutas, y, en lo que va de año, han transportado más de 1 millón 312 mil pasajeros.
En 2023 Dávila señaló que las principales bases de transporte del país “han estado trabajando prácticamente sin piezas de repuesto los últimos tres años” y que la disponibilidad técnica “ha estado por debajo del 50%”.
En abril de 2022 el gobierno de La Habana reveló que sólo el 45,7% de los ómnibus dedicados al transporte público en la capital cubana se encontraba funcionando.
