Una migrante cubana identificada como Orialys Cepeda, encontró un trágico final para su vida en Guatemala, mientras viajaba hacia Estados Unidos con su hijo de 16 años el pasado 12 de octubre. El sueño de reunirse con su familia en territorio estadounidense se vio truncado cuando el vehículo en el que viajaban ambos sufrió un accidente, resultando en un incendio que calcinó a Orialys. Su hijo, aunque sobrevivió, sufrió múltiples heridas en el rostro.
El accidente ocurrió cerca de la frontera entre Guatemala y México. El Heraldo de Chiapas, publicó algunas imágenes exclusivas del fatídico hecho, y dijo que ocurrió exactamente «a las 6:50 horas de hoy (…) en el kilómetro 255 de la ruta a Ocos, departamento de San Marcos».
La camioneta en la que viajaban Orialys y su hijo, junto con otros migrantes, se volcó e incendió, según se pudo ver en varios videos publicados en las redes.
A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia, que rescataron a 14 personas, incluidos niños, la migrante cubana no pudo ser salvada y fue encontrada carbonizada en la cabina del vehículo de la que no pudo salir.
Omayda Cepeda, hermana de Orialys, ha hecho un llamado desde los Estados Unidos solicitando ayuda para que su sobrino pueda ingresar al país y quedar bajo su cuidado.
En declaraciones a Univisión, Omayda expresó su compromiso de cuidar al joven en memoria de su hermana:
“Yo se lo voy a cuidar toda la vida a mi hermana hasta que yo no esté”.
Se desconoce quién es y qué ha dicho el padre del menor.
Este trágico incidente no es un caso aislado. En las últimas semanas, ha habido un aumento en los accidentes que involucran a migrantes cubanos en su travesía hacia Estados Unidos.
A principios de octubre, 10 migrantes cubanas, incluida una niña, perdieron la vida en un accidente en Chiapas, México. En ese incidente, un camión que transportaba a 26 cubanos se volcó, resultando en la muerte de nueve personas en el lugar y una más en el hospital.
Los cuerpos de las víctimas fueron retornados a la isla en el mismo vuelo en el que deportaron a decenas de cubanos.
Los caminos de la migración a veces resultan tan peligrosos que, en lugar de terminar la travesía con una petición de Asilo o Refugio siquiera, en la frontera, los migrantes terminan siendo deportados.
Esos, en todo caso, hasta pudieran considerarse afortunados. Otros tantos, miles, mueren en las travesías, de las que los cubanos son apenas una pequeña parte.
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