Un logro innovador en tecnología automotriz ha surgido en Australia, donde un vehículo Toyota Landcruiser rediseñado y propulsado por hidrógeno, ha completado con éxito una hazaña notable al viajar una distancia de 7 kilómetros bajo el agua, estableciendo un nuevo récord mundial del recorrido submarino más largo para un carro terrestre. Este notable logro no sólo ha mostrado el potencial de la tecnología de pilas de combustible de hidrógeno, sino que también ha superado los límites de lo que los vehículos pueden lograr.
Una asociación de ingenieros convirtió el auto tipo Jeep, Toyota Landcruiser fabricado en 1978, y de color naranja brillante, en un vehículo eléctrico aislado capaz de moverse bajo el agua, a profundidades de varios metros.
Luego de la remodelación – o transformación, para ser más preciso – lo apodaron Mud Crab (Cangrejo de fango), y lo soltaron para el agua, mientras un grupo numeroso de personas vitoreaba tanto a los conductores, como a los ingenieros, como al auto en sí mismo.
Pero, ¿cómo lo lograron? Primero que todo, los ingenieros, para cubrir las partes del Toyota Landcruiser, aislaron todos los componentes con silicona.
Según explicaron a la cadena ABC News, también debieron cambiar los neumáticos convencionales por otros especialmente fabricados por la empresa Maxxis Trepador. Este cambio se debe a que los neumáticos «normales», no tienen la tracción suficiente para agarrarse al fondo del mar y movere, pues se trata de un fondo arenoso, que es donde se puede hacer este tipo de «experimento». Y claro, tampoco pueden ser llenados por aire. En este caso, los neumáticos de Maxxis Trepador se llenaron con agua.
El Toyota Landcruiser, con tracción en las cuatro ruedas recorrió la distancia de 4,3 millas (7 kilómetros) entre Mandorah Beach, desde donde partió el vehículo, y Darwin Harbour, gracias a su propulsión eléctrica, señala en una extensa nota el diario The Guardian
El vehículo propulsado por hidrógeno, diseñado y desarrollado en Australia, representa un avance significativo en el transporte ecológico. El vehículo funciona utilizando un sistema de propulsión de pila de combustible de hidrógeno, que emite sólo vapor de agua como subproducto, lo que lo convierte en una alternativa de cero emisiones a los vehículos convencionales propulsados por gasolina. Esta innovación se alinea con los esfuerzos globales para reducir las emisiones de carbono y combatir el cambio climático.
El exitoso viaje submarino de este peculiar Toyota Landcruiser no sólo fue un testimonio de la destreza de ingeniería del vehículo sino también una demostración de su versatilidad. Si bien los vehículos tradicionales están confinados a las carreteras, esta maravilla impulsada por hidrógeno demostró su capacidad para navegar en terrenos submarinos, marcando un hito importante en la tecnología del transporte.
El logro ha llamado la atención sobre las posibles aplicaciones de dichos vehículos, incluidas las misiones de exploración y rescate submarinos. La capacidad del vehículo para viajar bajo el agua a una distancia tan sustancial abre posibilidades para diversas industrias, incluida la investigación marina, las operaciones en alta mar y los escenarios de respuesta a emergencias.
La hazaña de Australia en el desarrollo y prueba de este vehículo submarino propulsado por hidrógeno pone de relieve el compromiso del país con la innovación tecnológica y la sostenibilidad medioambiental. También contribuye al creciente interés mundial por el hidrógeno como fuente de energía limpia y renovable para diversos sectores.
Ahora la revista internacional Récord Guinness debe homologar esta proeza de la ingeniería. Por el momento, se considera el más largo jamás logrado, en un auto, por el fondo del mar. Un recorrido que tuvo sus inconvenientes, y que de 5 horas previstas – apenas 7 kilómetros eran – se demoró 7 más, debido a las dificultades propias de marchar sobre un fondo marino arenoso.
Tal vez entonces pueda ganarse otro récord: el del viaje más lento. ¡Muy típico de un cangrejo!
