Un joven aficionado a la pesca submarina murió a causa del ataque de un tiburón toro en Puerto Escondido, una zona costera ubicada al norte de la occidental provincia cubana de Mayabeque.
De acuerdo con varias publicaciones de usuarios de Facebook, Maro Alejandro Díaz Jiménez perdió la vida en la mañana del pasado martes tras ser atacado por un agresivo escualo en un sitio conocido como Ojo del Tiburón.
Un internauta identificado como Omo Eleggua Echubi Okan publicó varias fotos del joven y advirtió que “es algo muy delicado”, debido a que “estamos en una temporada dónde los cubanos nos encanta ir de bañistas. ¡Donde hay niños y niñas!”.
“EPD campeón, solo nos queda el saber que te fuiste de este mundo haciendo lo que te gustaba hacer que era la pesca”, expresó el hombre en su perfil de la red social, y advirtió que este no es el primer ataque de tiburón ocurrido en costa norte.
La noticia provocó conmoción en la comunidad de pescadores submarinos que frecuentan la zona. Algunos confirmaron que han visto tiburones tigre y toro de grandes dimensiones entrando a la ensenada.
Un amigo del joven fallecido explicó que sus compañeros de pesca no lo abandonaron y que lo habrían logrado salvar de no ser tan graves las heridas, aunque otros aseguraron que se trató de una imprudencia.
Por su parte, la organización para la conservación del medio ambiente Tiburón Proyecto Sub advirtió que ante hechos como este, mientras una familia sufre una pérdida tan dura, no ayudan en nada “los alarmistas, oportunistas o contadores de historias”.
“Los pescasub están de luto y tristes porque se perdió una vida joven en circunstancias extremas”, indica la publicación, y añade que los ataques de tiburón son muy raros y no suelen seguir un patrón repetitivo en regiones.
A finales de marzo pasado un adolescente de 17 años sufrió un ataque similar mientras pescaba en la costa sur de Artemisa, cerca de Majana.
Según explicó a la prensa local la directora del hospital Ciro Redondo, Niurka Larrionda, la víctima del escualo se salvó gracias a que sus familiares lograron rescatarlo y llevarlo de inmediato a ese centro asistencial, a donde llegó en estado de shock por la pérdida de sangre.
Tras ser sometido a una cirugía de urgencia, el paciente fue trasladado al hospital pediátrico habanero para recibir atención de especialistas en Angiología, Ortopedia y Traumatología.
