«Pedimos la liberación inmediata de los más de 700 presos políticos detenidos injustamente e instamos a la comunidad internacional a que se una a nosotros para exigir al régimen cubano que rinda cuentas por sus abusos y su influencia maligna en toda nuestra región«, dijo el alto funcionario estadounidense en un comunicado.
Las condiciones de trabajo descritas en el informe son duras: ausencia de herramientas adecuadas, falta de equipos de protección, ausencia de descansos y riesgo constante de lesiones graves. Muchos entrevistados aseguraron haber sido obligados a trabajar a pesar de padecer enfermedades crónicas o discapacidades. Además, el informe denuncia que afrodescendientes y mujeres están sobrerrepresentados entre las víctimas, y que en el caso de estas últimas las formas de violencia incluyen abusos sexuales.
Lamentablemente, Zoila Esther Chávez, madre del preso político cubano José Gabriel Barrenechea, falleció el pasado domingo 4 de mayo sin poder volver a ver a su hijo por última vez.
Gracias a la presión mediática y a la intervención de organizaciones como Prisoners Defenders, en mayo de 2024, se le otorgó una licencia extrapenal por un año, lo que permitió que Lisdani Rodríguez Isaac pudiera recibir mejores cuidados y mejorar su estado de salud, facilitando un parto sin complicaciones.
A pesar de las constantes denuncias, el régimen cubano sigue sin tomar medidas efectivas para mejorar las condiciones en sus cárceles. El sistema judicial, subordinado al poder político, niega sistemáticamente los beneficios legales a los presos políticos, como el cambio de régimen o la excarcelación anticipada.