Más de 15.000 personas fueron evacuadas antes de la llegada del huracán, con 9.000 en Imías y 6.000 en San Antonio del Sur, pero las inundaciones repentinas superaron las expectativas. Las aguas subieron rápidamente, alcanzando hasta un metro de altura en varias áreas, arrasando viviendas y destruyendo infraestructuras clave. En Imías, muchas familias tuvieron que ser evacuadas de emergencia debido a la crecida súbita de los ríos.
Además, las lluvias torrenciales y los fuertes vientos de Oscar arrasaron con cientos de viviendas e infraestructura clave, incluyendo almacenes, farmacias y escuelas. En Baracoa, se reportaron daños en más de 700 viviendas, mientras que en Maisí, alrededor de 340 casas quedaron sin techos. En las zonas agrícolas, el impacto ha sido devastador, con plantaciones de café, plátano y tomate gravemente afectadas, lo que supone un duro golpe para la economía local.
Oscar seguirá provocando vientos fuertes en el oriente de Cuba y partes de las Bahamas, con una marejada ciclónica que podría elevar los niveles del agua hasta tres pies sobre el nivel del mar en las costas afectadas.