Un estudio reciente ha revelado que casi el 90% de la población cubana vive en extrema pobreza, evidenciando la severidad de la crisis económica y social que enfrenta la isla, pero al parecer La Habana no busca tanto mirar hacia los problemas de adentro, sino que está interesada en "resolver" los del vecino de afuera.
Este evento, al que sumaríamos la detención de Rocha, podrían endurecer la postura de la administración Biden hacia Cuba, complicando cualquier intento de relajar las medidas de embargo y otras restricciones impuestas por EE.UU., pues refuerzan la percepción de Cuba como un actor que desafía la seguridad y los intereses políticos de EE.UU.