La combinación de infraestructuras obsoletas, dependencia de combustibles fósiles y limitaciones económicas ha llevado a una crisis energética que requiere soluciones integrales y sostenibles para garantizar un suministro eléctrico estable y confiable para la población.
En total alrededor de 233.697 personas quedaron sin servicio eléctrico en Cuba como consecuencia de los fuertes vientos y lluvias intensas asociadas al paso del huracán.
Aunque estos esfuerzos no resolverán todos los problemas, son pasos hacia una mayor estabilidad y mejor calidad de vida para los cubanos (dice Granma).
Cuballama conoció que otros centros culturales e instituciones podrían cerrar o disminuir su horario laboral por la falta de electricidad en lo que el gobierno ha dado llamar como “contingencia”.
Muchos cubanos ven en la compra de generadores y plantas eléctricas un alivio para los constantes apagones que hace meses sofocan a los habitantes de la isla.