El 2028 será un año clave para el gobierno cubano que maneja en silencio varios nombres para la presidencia a los que ahora se ha sumado el de Hernández Nordelo.
El caso evidencia una vez más el uso de la mentira como arma política por parte de figuras del régimen cubano. Pero esta vez, el tiro les salió por la culata. Y con nombres, rostros y voces mal puestos.
A la altura de los 64 años de fundada la organización de masas, en escasos puntos de La Habana en este caso, destacaron mustias con muchos más mustios participantes en la añeja festividad que, al parecer ha caído en desuso.
Este contraste no solo muestra la brecha entre la retórica del gobierno y la realidad, sino que también plantea cuestionamientos serios sobre la priorización de recursos y la efectividad de la gestión gubernamental en Cuba.
La declaración de Aleida Guevara no fuera tan risible sino fuera por el hecho de que fue su propio padre, en conjunto con Fidel Castro y los barburrevolucionarios, los que sumieron en una crisis de pobreza permanente al pueblo cubano al suprimir de golpe y porrazo la propiedad privada en Cuba. No indemnizando, sino robando y usurpando.