American Airlines y el aeropuerto insistieron en su compromiso de colaborar “en todo lo necesario” con la policía hasta esclarecer lo ocurrido. Por ahora, el principal dato firme es también el más crudo: un cuerpo sin vida, descubierto al término de un vuelo transatlántico, que vuelve a recordar que la cabina del tren de aterrizaje no es un escondite, sino una trampa mortal.
Este trágico incidente ha puesto nuevamente sobre la mesa los peligros extremos de la migración irregular y el nivel de desesperación que lleva a algunos jóvenes a tomar medidas extremas en busca de mejores oportunidades. Las autoridades continúan investigando cómo los jóvenes lograron burlar la seguridad aeroportuaria y abordar un avión de forma clandestina.
En plena campaña presidencial, este viernes, el avión privado en el que viajaba el expresidente Donald Trump se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia.
El hombre, que había comprado un boleto en clase económica, se pasó a la clase ejecutiva y cuando fue descubierto y advertido de que debería regresar a su asiento, se negó a volver alegando que "no soportaba al pasajero de al lado". Según consta en documentos judiciales dijo que era "flatulento".