La decisión de "La tigreza hp" de no denunciar podría ser vista como un ejemplo de cómo la violencia se ha normalizado y cómo las víctimas son socialmente condicionadas para minimizar sus traumas.
La sociedad cubana clama por respuestas y medidas que restablezcan la paz y la seguridad en la isla, mientras que las familias de las víctimas buscan consuelo en la justicia, esperando que los responsables de estos hechos de sangre sean llevados ante la ley.
Según la policía, Manuel Morillo Encinosa supuestamente intentó estrangular y ahogar a la víctima en el jacuzzi, e incluso le disparó, aunque no logró herirla. Afortunadamente, el hijo de la víctima alertó a las autoridades y nadie resultó herido.