Un cubano vivió en carne propia lo que para muchos turistas es pura diversión: dar una vuelta en la famosa estrella gigante del Bayside Marketplace, en Miami. Pero lo que debía ser una experiencia emocionante terminó siendo, para él, un episodio digno de telenovela… o mejor dicho, de TikTok o Youtube.
El hombre que al parecer conocía este tipo de «artefactos» por primera vez, fue subido por sus acompañantes a la enorme rueda panorámica ubicada frente al mar, uno de los atractivos turísticos más populares de la ciudad. Desde que comenzó a elevarse la cabina, quedó claro que lo suyo no era precisamente la adrenalina: con los ojos bien cerrados, las manos aferradas al asiento y la cara desencajada, soltó entre dientes un angustiado “¡Ay mi madre, (…) a mí no me monten más aquí!”, entre otras frases de visible angustia y temor por una experiencia que no estaba siendo muy agradable que digamos para él.
Mientras tanto, sus acompañantes —presumiblemente familiares y amigos— se lo gozaban. Entre risas, uno grababa la escena y la compartía luego en redes sociales. Se nota que los otros ya están más que familiarizados con la vida en Miami y con este tipo de atracciones, aunque muy probablemente su primera vez en uno de esas «atracciones», la pasaron fatal. Todos lo miraban como quien observa a alguien subir por primera vez a un avión: con ternura, pero también con burla cariñosa.
La estrella del Bayside, conocida oficialmente como Sky Views Miami Observation Wheel, alcanza los 200 pies de altura (más de 60 metros) y ofrece vistas espectaculares de la bahía, el downtown y hasta del puerto. Pero para el cubano protagonista de este video, nada de eso importó. Él solo quería que se acabara el paseo lo más rápido posible. Y no, no parecía dispuesto a repetir la experiencia.
“¡Esto no es lo mío, compadre!”, seguramente le dijo a un amigo cuando, ya con los pies en tierra, intentaba recomponerse. Para él, la estrella del Bayside fue más montaña rusa que mirador. Cosas del exilio, y de quien se sube a estos «aparatos» para probar «la experiencia» y termina siendo presa del miedo.
Hay que decir, en su defensa, que no es el único que ha reaccionado así. En redes abundan videos de turistas y hasta locales, muchos de ellos muy “aclimatados” a la vida en Estados Unidos o en el extranjero, de los que visitan regularmente y les gusta, los parques de atracciones; gente que literalmente gritan, lloran o se desmayan en atracciones similares. Es decir: no hay que “echarle” al cubano por haberse asustado en la estrella del Bayside. El miedo a las alturas no tiene pasaporte.
Eso sí, si sufrió con esa estrellita de 60 metros, lo mejor es que ni mire de lejos un “slingshot”, esa especie de resortera mecánica que lanza a las personas a más de 100 metros de altura en cuestión de segundos. O las llamadas «drop towers» (torres de caída libre), donde te suben lentamente para luego dejarte caer en picada. Esas sí que son espeluznantes. Comparado con eso, lo del Bayside fue casi un paseo en bicicleta por el malecón de La Habana, sin baches y sin autos.
Las tres atracciones que NO deberías probar si la estrella del Bayside de Miami te da miedo
1. Slingshot (resortera humana)
Una cápsula en la que te amarran y luego te disparan al cielo como si fueras una piedra.
Velocidad: Más de 160 km/h.
Altura: Hasta 120 metros.
Consejo: Si gritaste en la estrella, aquí te puedes quedar sin voz… o sin aire.
2. Drop Tower (torre de caída libre)
Te suben muy despacito hasta lo más alto… y luego te sueltan en seco.
Sensación: ¡Como si se te saliera el alma!
Altura: De 60 a más de 120 metros.
Consejo: Si no te gusta la incertidumbre, esta es tu peor pesadilla.
3. SkyCoaster (péndulo humano)
Te levantan con una grúa, tú jalas una cuerda… y ¡zas!, caes en péndulo como Tarzán.
Altura: De 30 a 90 metros.
Consejo: No apto para cardíacos ni para gente que ni siquiera puede mirar hacia abajo.
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