Cuballama Noticias da parte del fallecimiento de al menos siete profesionales vinculados a la pedagogía y la Salud, que ejercieron la enseñanza en varias provincias de Cuba, en un lapso de apenas cinco días.
Cuba reportó este fin de semana una serie de eventos que tiñeron de luto a la educación, la salud y la cultura, tras el fallecimiento de reconocidos profesionales en distintas provincias del país. La Isla perdió a docentes, médicos y académicos cuya labor había marcado generaciones de estudiantes y pacientes.
En Ciego de Ávila, la Facultad de Ciencias Pedagógicas despidió con profundo dolor al profesor universitario José Raúl Cárdenas, considerado una joya de la pedagogía avileña.
Su compromiso con la enseñanza, el respeto por sus alumnos y un legado forjado a lo largo de años de docencia dejaron un vacío que sus colegas describen como imposible de llenar. Compañeros, familiares y amigos lo recordaron no solo por su entrega profesional, sino también por su calidad humana y el ejemplo de esposo y padre que siempre fue.
La Isla de la Juventud también lamentó la muerte del DrC Juan Antonio Cedeño Fernández, profesor de ruso y exdirector del Centro de Capacitación del Turismo.
Durante más de dos décadas formó a trabajadores para el sector turístico y fue recordado por colegas y antiguos alumnos como un maestro exigente pero cercano, un comunicador nato y un amigo leal. Su pérdida deja una huella en la formación de profesionales que, gracias a su guía, hoy trabajan en distintos destinos del país.
En Las Tunas, el sector sanitario lamentó la muerte del doctor Rolando Bueno Agüero, reconocido especialista en Higiene y Epidemiología del municipio Majibacoa. Nacido en 1964, dedicó su vida al servicio público con una trayectoria marcada por la entrega y la humildad.
La Dirección de Salud en el territorio, como suele suceder en estos casos, aludió a su «compromiso revolucionario», y resaltó que su liderazgo resultó clave durante la pandemia de COVID-19, desde donde organizó estrategias para proteger a la población.
Lo calificó además como «médico internacionalista y combatiente»,y dijo que fue un hombre de principios firmes, recordado por colegas y pacientes como un ejemplo de vocación y rectitud.
En el oriente cubano, el dolor golpeó a Guantánamo con la noticia del fallecimiento de la doctora Irma Mercedes Tumbarell, reconocida especialista que dedicó su vida a la medicina y al cuidado de sus pacientes en el hospital materno norte.
Compañeros de trabajo y pacientes la describieron como una mujer de carácter firme, sonrisa constante y compromiso inquebrantable con el hospital que consideraba su casa. Luchó hasta el final contra un cáncer agresivo, pero la enfermedad terminó arrebatándole la vida.
Aunque la noticia llegó algunos días antes, el gremio médico de Guantánamo seguía conmovido por la muerte del Dr. Wilfredo Oliveros, ginecólogo conocido como “el Ginecólogo de Maisí”. Con 59 años, y tras una carrera iniciada en 1990, su partida por un evento cardiovascular agudo dejó consternados a colegas y pacientes en el extremo más oriental del país.
En Moa, Holguín, varios internautas lamentaron la muerte de otra profesional de la salud, en este caso enfermera: la Licenciada Marsi Bornot.
La Habana, por su parte, perdió a una de sus figuras más queridas en el ámbito académico: la historiadora Rayza Portal, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Su trayectoria estuvo marcada por el rigor intelectual, la defensa de una enseñanza crítica y la búsqueda de la verdad histórica. Quienes compartieron claustro con ella, tal como es el caso del profesor y periodistas Wilfredo Cancio, destacan su sencillez, su humildad y su solidaridad, incluso en momentos de tensiones políticas y personales.
