La cubana Yailín Casales fue asesinada a tiros cerca de las cinco de la madrugada de este 16 de agosto en la ciudad estadounidense de Louisville, Kentucky, por su expareja, Diorger Rodríguez.
Según detalló el reportero Niover Licea en redes sociales, el crimen tuvo lugar este viernes delante del hijo de nueve años que tenían en común la víctima, conocida como Lilita, y su supuesto victimario, también cubano.
De acuerdo con la televisora WLKY, oficiales del Departamento de la Policía Metropolitana de Louisville (LMPD) encontraron a la mujer con múltiples heridas de bala en un apartamento de Liverpool Lane, en el barrio de Bon Air, donde murió.
@crimeneshistorias Louisville kentucky 🕊️#louisvillekentucky #yailincasales#diorgerodriguez#usa #fly #foryou #news #latinosenusa #descansaenpaz #cubanosenlouisville #cubanosenmiami #cubanosenusa #cubanos#cubana#murder#unsolved #mystery #truecrimecommunity #kentucky #louisvillepolice #lmpd#kramersline#rip#qepd ♬ Twenty One Pilots Hometown Slowed Sad Part – Half Angel Half Devil
También trascendió que Rodríguez, considerado un hombre peligroso, huyó de la escena del crimen.
Russell Miller, comandante del LMPD, dijo a la prensa local que el sospechoso fue perseguido hasta la zona de Kramers Lane y, cuando se vio rodeado, se quitó la vida disparándose a sí mismo.
De acuerdo con lo que detalló Licea, Casales y Rodríguez se habrían separado recientemente y eran oriundos de Santiago de Cuba.
Una internauta que al parecer los conocía a ambos dijo que “ellos siempre estaban en problemas”.
Por otro lado, vecinos de la madre baleada catalogaron como algo inaudito lo sucedido.
Otros, se refirieron a que los feminicidios se han convertido en una “moda cubana” y que cada día son más los niños que, como Fabián, el hijo de Casales y Rodríguez, quedan huérfanos.
Este es el segundo asesinato de una cubana del que se ha tenido noticia en Louisville en menos de un mes, lo que ha estremecido a la llamada comunidad kentubana.
A finales de julio la joven Indira Almaguer, natural de Holguín, murió asesinada por su expareja, Marcelino Fonseca, quien también se fugó después de apuñalarla 17 veces.