La discóbola cubana Denia Caballero abandonó una delegación de la isla, apenas horas después de alzarse con la medalla de plata en el Meeting Diputación de Castellón, en España. Con esta decisión, la villareña deja claro que no aspira a volver a competir con la Federación Cubana de Atletismo.
La especialista en lanzamiento del disco, medallista olímpica en Rio de Janeiro-2016, recién alcanzó su mejor su mejor marca de la temporada, con un envío de 63.07 metros. Solo fue superada en la cita por la también cubana Silinda Morales, que logró mandar el disco a 65.06 metros.
Todavía no se conocen los detalles y motivos de la decisión de Caballero, aunque el haber abandonado una delegación oficial le cierra automáticamente toda posibilidad de volver a representar a la Federación de su país.
Campeona mundial en el lanzamiento del disco en 2015, Denia gozaba de un gran palmarés, pero quizás la certeza de que sus mejores años habían pasado ya la convencieron de dar este paso, que siempre entraña sus riesgos y consecuencias.
Al bronce olímpico en la cita carioca se le suman una medalla de plata en el Mundial de Doha 2019 y la corona en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Si hubiera asistido a los Juegos Deportivos Centroamericanos que acogerá próximamente El Salvador, sin duda habría logrado podio.
Así, en menos de un año, Cuba se quedó sin sus dos principales referentes femeninos en el lanzamiento del disco, pues en el pasado Mundial, disputado en Oregón, Estados Unidos, se quedó la estelar Yaimé Pérez, más conocida como “La Rusa”.
Pérez fue campeona mundial en Doha-2019 y monarca de los Juegos Panamericanos de Lima, también ese año, aunque en la cita disputada en Eugene, donde se quedó, apenas consiguió un discreto séptimo lugar, quizás condicionado por la decisión que, a todas luces, ya había tomado.
Por cierto, en esa misma competencia abandonaron la delegación cubana la jabalinista Yiselena Ballar y el fisioterapeuta del equipo, Carlos González Morales.
El éxodo de deportistas cubanos de primer nivel es impresionante, aunque nada nuevo en una sociedad que vive una oleada migratoria, acelerada en los últimos años: entre la “ruta de los volcanes” primero, y el parole patrocinado luego, cada vez son más los cubanos que buscan un nuevo futuro lejos de su tierra natal.
Por otro lado, hace dos décadas las autoridades deportivas de Cuba decidieron no participar en los Juegos Centroamericanos que acogía El Salvador, alegando “problemas de seguridad”, la justificación dada ante el temor de una sangría de deportistas.
En su lugar se “inventaron” las efímeras Olimpiadas del Deporte Cubano, que no duraron mucho. Pero ahora que El Salvador vuelve a acoger unos Centroamericanos, cabe preguntarse si las autoridades cubanas sienten que es un contexto “más seguro”.
