“Junto a las medallas de plata queda entonces la convicción de confianza en el futuro”, escribió este lunes el medio digital “Jit” del Inder tras el segundo lugar del equipo Cuba en la Copa Mundial sub 15 disputada en Sonora, México. En reñido partido final Estados Unidos se llevó el título 4 x3.
«Este equipo no se preparó ajeno a las carencias y tensiones que gravitan sobre la nación cubana ahora mismo. En realidad, se levantó sobre esas para regalar sorbos de alegría y orgullo patrio a quienes siguen soñando y resistiendo en el Verde Caimán.Esa es otra gran lección brindada por estos muchachos… ¿De qué sirve rendirse?”, dijo el editorial.
“Ellos y sus compañeros emularon con aquellos de los equipos Cuba que tampoco se rendían en un terreno, fuera cual fuera el marcador. Bienvenidos subcampeones mundiales, ustedes son los campeones del corazón de Cuba”, convoyaba el “Granma”
Durante más de una semana cazatalentos de las Grandes Ligas se sentaron detrás del home del estadio mexicano para observar a los jugadores adolescentes de los equipos competidores, a algunos por primera vez, a otros ya conocidos, entre ellos a los cubanitos.
El futuro de algunos de estos jugadores en los equipos grandes de Cuba todavía no está claro no obstante las arengas patrióticas. Los mismos quienes las pronuncian no están ajenos a la realidad actual del deporte cubano, especialmente del béisbol.
Ese mismo día de la final en Sonora, las redes sociales reproducían que un joven pelotero cubano de 17 años, Yoerny Junco, sobrino de una de las glorias del béisbol, el matancero Lázaro Junco, uno de aquellos jugadores “patriotas” de antaño, firmaba con el equipo Cardenales de San Luis de la MLB.Junco Jr.había competido en una Copa del Mundo sub 15.
Más de 30 peloteros cubanos, una buena parte con esta edad, han firmado profesional en el sistema de la Gran Carpa en el actual período internacional. No se conoce aún una cifra de cuántos que estuvieron en equipos nacionales infantiles y juveniles cubanos han abandonado la Isla de la mano de sus padres muchos con la primera parada en Santo Domingo.
Justo hace 10 años en el Primer Campeonato Mundial sub 15 celebrado en Chihuahua, México, hizo su debut internacional el avileño Luis Robert. Desde entonces los “espías” le abrieron una carpeta y le siguieron la pista hasta que en República Dominicana lo firmaron los Medias Blancas de Chicago con los que debutó en 2020.
No pasa un día en que medios digitales deportivos se hagan eco de una ceremonia de firma con un club de las Grandes Ligas de un juvenil cubano o de su salida de la Isla.
No se conoce que durante la Copa Mundial en Sonora que acaba de clausurarse, algún peloterito cubano haya “desaparecido” con ayuda de alguien.
Estos jugadores son considerados menores de edad y no se descarta que las autoridades locales podrían haber redoblado la custodia ante una presunta acción de fuga.
Comoquiera, la sangría actual y la por venir por el aeropuerto internacional “José Martí” de numerosos de estos prospectos, no está pasando inadvertida para no pocos ciudadanos de a pie en la Isla.
“Yo tengo un hermano en Miami que se gasta todos los años una pila de dólares para que el hijo juegue pelota.Tiene que pagar al entrenador, el estadio donde entrena, el uniforme, los árbitros, las pelotas,la gasolina”, dice Enrique C. un fumigador privado en Centro Habana.
“Aquí uno hace el papel del bobo.Uno paga con su bolsillo las EIDE y las ESPA, para que sean gratis, y después se te “piran”, comenta “Kiko” como le llaman.
“Con el hambre que hay y con la crisis que hay, que le pregunten a la gente que quieren, medallas o leche en polvo”, apunta el hombre mientras sigue en su “invento” con el líquido que aún no se sabe a ciencia cierta si mata o no las cucarachas.
