El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, matizó este lunes las declaraciones del vicecanciller de su país sobre un posible despliegue militar de armamentos y tropas rusas en Cuba y Venezuela, alegando que son Estados soberanos.
«Estamos hablando de Estados soberanos, no lo olvidemos. Dado el contexto actual, desde luego, Rusia está pensando cómo podría garantizar la seguridad propia», declaró Peskov, citado por el medio ruso Sputnik.
El viceministro de Exteriores ruso Sergei Riabkov dijo el pasado jueves que su país no descartaba un despliegue militar en Cuba y Venezuela, si Estados Unidos y la OTAN no ofrecen garantías a la seguridad de Rusia en el conflicto ucraniano.
Las conversaciones entre ambas partes quedaron en un punto muerto la semana pasada debido a que las potencias occidentales consideraron inadmisibles las demandas del gobierno ruso.
Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, catalogó de “fanfarronada” las declaraciones de Riabkov, no obstante aclaró que Washington respondería de forma “decisiva” un eventual despliegue militar ruso en países de América Latina.
El gobierno cubano todavía no se ha pronunciado públicamente respecto al tema, pese a la presión de decenas de internautas que exigieron respuestas al presidente Miguel Díaz-Canel y a su Canciller, Bruno Rodríguez a través de Twitter.
“Tú que protestas enérgicamente, Rusia quiere desplegar tropas en nuestro país ¿acaso eso no es injerencia? Basta ya de tu demagogia”, le comentó un usuario de esa red social al titular del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla.
Los cubanos reaccionaron indignados ante las atribuciones de Riabkov, y han recordado que la colaboración militar entre Rusia y Cuba provocó la Crisis de Octubre de 1962, cuando el ejercito soviético emplazó varias bases de cohetes nucleares en la isla, lo que puso al mundo al borde de una guerra que habría sido devastadora, según expertos.
Rusia cerró desde hace 20 años su centro de escucha radioelectrónica en Cuba, la Base de Lourdes, que se consideraba el mayor centro de espionaje de ese país fuera de su territorio nacional.
