La recientes y polémicas declaraciones del viceministro de Exteriores de Rusia Serguei Ryabkov que sugirieron la inminente posibilidad de la injerencia militar de Rusia en Venezuela y Cuba, ha desatado los fantasmas de la Crisis de Octubre de 1962, cuando la Isla fue el epicentro de la más inminente guerra termonuclear a que ha estado abocada la humanidad.
Además, la esencia injerencista de estas declaraciones y el silencio de los respectivos gobiernos, es de una elocuente alarma, cuando menos una muestra de mudo asentimiento. Como dice el refrán, “el que calla, otorga”. Lejos de las esferas oficiales, de las respuestas del gobierno estadounidense, los cubanos han manifestado en las redes sociales nítidas posturas contra la posibilidad de que el país sea nuevamente plataforma de los cohetes entonces soviéticos, hoy rusos.
El actor y director teatral Mario Guerra echó mano del tragicómico choteo cubano en su perfil de Facebook para remitir sus criterios al propio presidente Valdimir Putin.
“Querido camarada Putin”, comienza su post Guerra. “Me molesta muchísimo que me cojas pa´ eso. Le pitas regao´ a los yumas, metes mano por el ʽbafleʼ y anuncias que vas a poner tus cañones aquí en mí Cuba”, reclama. “¿A quién le preguntaste, asere? A mí no fue”, aclara el actor, sentenciando que es “feísimo entrar a la casa del otro sin tocar la puerta y pedirle permiso al dueño. Sí, asere, porque aunque no tenga solapín y no lo parezca, yo soy uno de los dueños. ¿Qué te pasa, tú?, concluye.
El escritor cubano Marcial Gala, residente en Argentina, escribió con amargo tono que “ya los rusos quieren meter a Cuba en su línea de combate. El homofóbico mayor con apellido risible, o sea Putin, dijo que piensa mandar tropas para la islita estrecha, y ya Biden dijo que evalúa una respuesta proporcional. La bronca entre el gigante del norte y ese país, Rusia, con una economía del tamaño de la de Brasil, o sea más pequeña que la de España, pero con unas ínfulas de gran potencia que harían las delicias de Tartarín de Tarascón y más armas que habitantes, se está formando, y los cubaniches en el medio y sin sombrillas; ya no nucleares, ni siquiera de las que tapan lluvia y sol. Tremendo, no éramos pocos y parió Katana”, finalizó su post con el añejo refrán.
El diario argentino La Razón cita al historiador y politólogo cubano Armando Chaguaceda, quien comentó que para Cuba esta situación es muy distinta a la vivida 1962, y define el presente como “nueva guerra fría”.
“Los rusos tuvieron tres presencias fundamentales de tipo militar. Una en la base de radiointeligencia Lourdes, enclavada en las afueras de La Habana, con capacidad para monitorear buena parte de las comunicaciones de Estados Unidos”, recapitula el especialista. “Esa base fue cerrada por Putin en 2001. La segunda presencia fue la base de submarinos de Cienfuegos, donde repostaban los que operaban en el Atlántico. Y la tercera fue la brigada militar, compuesta por cuatro batallones, dos mecanizados, uno de tanques, y otro de artillería que existió hasta el fin de la Unión Soviética, con hasta 3000 hombres y con capacidad de combate en tierra”, añade.
“Esas tres presencias fueron desmanteladas, pero se mantiene la cooperación técnico militar, en la embajada, con asesores y la colaboración en la industria técnico militar cubana que ha modernizado el equipamiento soviético”, concluye el historiador.
Entretanto, otros usuarios de Facebook cuestionan la postura rusa, inquiriendo “¿Qué pretende Putin? ¿Acaso quiere repetir la historia que casi provocó un conflicto nuclear? Es intolerable que siempre Cuba tenga que servir de carne de cañón de las grandes potencias. Dónde está la independencia que tanto presumimos…”, según uno de los comentarios.
“Y con qué autoridad hablan de Cuba en Rusia. Tal parece q somos una provincia de ellos”, se pregunta otro usuario cubano, cuestionando “¿desde cuándo el presidente de Rusia dispone de Cuba? ¿Dónde está el pronunciamiento del canciller?”, criterio que es complementado con un meme que ya circula donde aparece la foto del Canciller Bruno Rodríguez Parrilla con el texto “No, fíjate lo que te voy a decir, Putin se salva que no es norteamericano porque si no lo denuncia enérgicamente”.
En ese mismo espíritu, otro cubano cuestionó que “donde está el no al injerencismo e intervencionismo de los dirigentes de nuestro país”, mientras las redes sociales de del gobierno cubano y sus partidarios permanecen en silencio.
Otro cubano comentó estar “totalmente en desacuerdo con el imperialismo Ruso en Cuba. Ya lo conocimos con el derribo del U2, y sus tropas con misiles nucleares si ningún control del gobierno cubano”, y calificó ser una “vergüenza” el “ser colonia rusa. Después de tanta lucha por la independencia volvimos a ser colonia y de la peor. Cuba debe ser un ejemplo de paz, de comprensión mundial y de desmilitarización”.
Una usuaria llamó a no caer en la “histeria”, pues “no lo dijo Putin. Fue una respuesta inducida de un vicecanciller. Le preguntaron si podía haber un despliegue de armas en países como Cuba o Venezuela si seguía escalando la situación con Estados Unidos y respondió esto: ʽNo quiero confirmar nada, pero tampoco voy a refutar nada aquíʼ. Los titulares de algunos medios se encargaron del resto, pero no creo que haya ningún plan concreto. Aunque de acuerdo en que ya a estas alturas debían haberlo aclarado mejor, o los rusos o el gobierno cubano.”
