En dos de las tres pruebas ganadas por la cubana Omara Durand, los 400 y 200 metros planos, llegó hasta las semifinales la italiana Valentina Petrillo, 51 años, considerada la primera deportista transgénero en la historia de los Juegos Paralímpicos.
Tras ser eliminada de la final en su último evento, los 200, a pesar de su mejor marca de la temporada (25,92) Petrillo se desahogó después de la carrera y atacó a quienes planteaban dudas sobre su presencia en París.
La atleta napolitana con discapacidad visual desde los 14 años debido al síndrome de Stargardt, inició en 2018 un proceso de transición social y luego hormonal de reasignación de género que la llevó en 2023 a ser admitida en las competiciones femeninas por la Federación InternacionalbPara Atletismo
. “Las críticas me dejaron amargo, nacer hombre no significa ser gente superior ni gente que gana. Todos tenemos ventajas biológicas, algunos de un modo, otros de otro. ¿Has visto en unos Juegos Paralímpicos a alguien que no tiene ventajas biológicas, y ese soy yo? Por favor, infórmese antes de hablar, han intentado destruirme en todos los sentidos (…) He tenido problemas con los baños: me obligaron a usar un tercer baño, no el de mujeres. Me llevo de París algo precioso que formará parte de mi equipaje, el público fue excepcional conmigo» fueron sus declaraciones de acuerdo a «La Repubblica».
Entre sus detractores estuvo la conocida escritora británica Joanne Rowling, la autora de la serie de libros «Harry Potter» que ya durante los Juegos Olimpicos había fustigado la presencia de la boxeadora argelina Imane Kheif (que no es «trans»). Ahora arremetió contra la italiana en los Paralímpicos al calificar como «tramposa» y un «fraude» comparándola con el caso del ciclista estadounidense Lance Armstrong, suspendido de por vida por dopaje.
Petrillo no se clasificó tampoco para la final de los 400 metros en la categoría T12, dedicada a personas con discapacidad visual pero este percance no le impidió jugar primero al fútbol sala para ciegos y luego, hacia los 40 años, dedicarse a correr, ganando 11 títulos nacionales en la categoría masculina de para atletismo .
En 2019 inició el proceso de reasignación de género, obteniendo el permiso de la Federación Internacional Mundial de Para Atletismo para competiciones femeninas. «Los tramposos confirmados como Petrillo demuestran que la era de la vergüenza por hacer trampas ha terminado. ¡Qué modelo! Así que digo: devolvámosle las medallas a Lance Armstrong y sigamos adelante», escribió Rowling.
Ya en 2021 durante los Juegos Olímpicos de Tokio la neozelandesa Lauren Hubbard se convirtió en el primer deportista transgénero en la historia olímpica tras competir sin éxito en el torneo de pesas.
«Yo estoy dentro de las reglas» , respondió Petrillo que es legalmente mujer para el Estado italiano desde 2021, recordó el Corriere della Sera
La Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) prohibió el año pasado que las mujeres transexuales compitieran en categoría femenina en pruebas internacionales si realizaban la transición después de la pubertad. Pero su homóloga, la Asociación Mundial de Para Atletismo (WPA), no ha hecho lo mismo.
En un comunicado remitido a Associated Press, WPA afirma que los atletas transgénero en sus competiciones femeninas deben declarar que su identidad de género a efectos deportivos es femenina, y demostrar que sus niveles de testosterona han estado por debajo de 10 nanomoles por litro de sangre durante al menos 12 meses antes de su primera competición.
La testosterona es una hormona natural que aumenta la masa y la fuerza de los huesos y los músculos después de la pubertad. El rango normal en los hombres adultos se eleva hasta unos 30 nmol por litro de sangre, frente a menos de 2 nmol/L en las mujeres.
El año pasado hubo una reacción violenta contra Petrillo en España, después de que se impusiera por un estrecho margen a la atleta española Melani Berges y quedara cuarta en la semifinal de los campeonatos del mundo, lo que supuso que Berges no se clasificara para la final y perdiera la oportunidad de participar en los Juegos Paralímpicos.
Berges lo calificó de «injusticia», declarando a la web deportiva española Relevo que, aunque «acepta y respeta» a las personas transexuales, «ya no estamos hablando de la vida cotidiana, sino del deporte, que requiere fuerza, un físico».
El Comité Paralímpico Español dijo a AP que su postura no había cambiado desde el año pasado, cuando un portavoz declaró a los medios españoles que «respetamos la normativa del Para Atletismo Mundial, que actualmente permite competir a las mujeres trans, como es el caso de Valentina Petrillo, pero, de cara al futuro, creemos que sería conveniente avanzar hacia una uniformidad de criterios con el mundo olímpico en relación a este asunto.».
El año pasado ganó la medalla de bronce en los 200 y 400 metros en los Campeonatos del Mundo de Paratletismo.
Petrillo ha vivido la mayor parte de su vida como un hombre y solo salió del armario como transgénero ante su mujer -con la que tiene un hijo- en 2017 antes de comenzar la terapia hormonal dos años después.
Su hijo de nueve años, su ex mujer y su hermano, fueron a París a aplaudirle desde las gradas.
