El icónico restaurante La Carreta, ubicado en la céntrica esquina de 21 y K, en el barrio del Vedado habanero, anunció su próxima reapertura al público tras concluir un proceso de restauración que tardó años en concretarse.
En su página de Facebook, La Carreta informó que se espera que el proceso de restauración termine antes de que concluya este mes y finalmente el establecimiento reabra sus puertas a los comensales.
“Por el momento estamos prestando servicios en nuestra cafetería que está ubicada al lado del restaurante”, indica la publicación, y asegura que tiene “excelentes ofertas con precios asequibles”.
De acuerdo con un reporte de Cibercuba, una fuente al tanto del negocio que prefirió mantener el anonimato declaró que el establecimiento pasó a manos de una empresa privada.
Perteneciente a la cadena estatal Restaurantes de Lujo, La Carreta cerró por peligro de derrumbe luego de que un pedazo del techo cayó encima a un cliente hace más de seis años y desde entonces permanecía en estado de total abandono.
En noviembre pasado varios artistas y vecinos del lugar protestaron por la demolición de lo que quedaba del céntrico restaurante.
“Dejar morir La Carreta sin hacer nada por salvarla, o al menos tener el decoro de tenderle un momentáneo sudario en muestra de respeto; No es solo un acto de desidia bellaca y traición a toda una ciudad. Es tener desconocimiento total de su historia y tradiciones. Es provocar aun más el descontento popular”, publicó por entonces el cantautor Kiki Corona en sus redes sociales.
La desaparición de la enorme rueda, emblema del sitio, y posteriormente las fotos del lugar completamente en ruinas provocaron la alarma de decenas de internautas, aunque algunos advirtieron que sería remodelado completamente.
La nueva imagen del establecimiento —paredes revestidas con ladrillos, puertas y ventanales de madera y cristal impecables, incluso adoquines en la esquina justo a la entrada del local— contrasta con aquellas fotografías que circularon en redes sociales a fines del pasado año, y hacen sospechar que los precios de la comida no estarán al alcance de todos.
