Lo que debía ser una experiencia de transformación estética terminó en tragedia para Ahmonique Miller, una mujer de 28 años proveniente de Las Vegas, Nevada, que viajó a Miami para someterse a una cirugía plástica. Miller falleció el pasado 7 de marzo en una casa de recuperación ubicada en el suroeste de la ciudad, generando una investigación policial sobre las circunstancias de su muerte.
Miller llegó a Miami acompañada por su hermana, Kiera Barnes, para someterse a un procedimiento estético en Avana Plastic Surgery, una clínica ubicada en el 8700 W. Flagler St. El cirujano a cargo de la intervención fue el doctor Algird Mameniskis. Como ocurre en este tipo de clínicas ambulatorias, Miller fue dada de alta pocas horas después del procedimiento y trasladada a una casa de recuperación conocida como Keyla’s Recovery House, en la dirección 3637 SW Fourth St.
Según denunció su hermana Barnes, la responsable de esta casa de recuperación, Keyla Oliver, no brindó la atención adecuada. Barnes estaba en el lugar al momento del fallecimiento y acusa directamente a Oliver de negligencia. La propia Oliver, al ser contactada por medios locales, remitió cualquier declaración a su abogado, quien solo expresó sus condolencias a la familia sin ofrecer más comentarios.
Investigaciones posteriores revelaron que Keyla Oliver no posee licencia como profesional de la salud ni como centro de cuidados asistenciales. Además, no existe un registro oficial de Keyla’s Recovery House como centro de recuperación en Florida, pese a que en estos espacios se realizan actividades que requieren cierto nivel de atención médica, como ayudar con la higiene personal y el suministro de medicamentos prescritos.
La noche del fallecimiento, se encontraban en el lugar cinco personas: Miller, Barnes, Oliver, el hijo de Oliver y otro empleado. Tras conocerse la noticia del fallecimiento, el doctor Mameniskis organizó el traslado de Barnes a otro centro de recuperación, señala el Miami Herald.
La muerte de Ahmonique Miller ha reavivado el debate sobre la falta de regulación en las casas de recuperación postquirúrgicas en Miami, un sector que ha crecido en paralelo con el auge del turismo estético en la ciudad.
En los últimos cinco años, varias mujeres han perdido la vida en Miami tras someterse a cirugías plásticas en clínicas que ofrecen procedimientos estéticos a precios atractivos para el turismo médico, especialmente en la comunidad latina. Entre los casos más notorios se encuentra uno ocurrido en 2022, cuando Jocelyne Cano, una joven madre de 30 años de California, falleció luego de someterse a un procedimiento estético en la clínica Best U Now, en Plantation, Florida. Su cirujano fue el doctor John Sampson, conocido por realizar múltiples intervenciones de aumento de glúteos mediante transferencia de grasa (BBL). Cano sufrió complicaciones graves relacionadas con una embolia grasa.
En 2021, Luz Enera Peña, de 49 años, murió tras una cirugía plástica realizada en Xiluet Plastic Surgery, ubicada en Coral Gables. El médico encargado fue el doctor Abel Bello, quien había sido previamente sancionado por irregularidades en sus procedimientos. Peña falleció tras complicaciones derivadas de una liposucción y un levantamiento de glúteos.
En 2020, María Hernández, una mujer venezolana de 37 años, falleció después de una cirugía en la clínica Jolie Plastic Surgery, también en Miami. Su cirujano, el doctor Osakatukei Omulepu, tenía un historial de demandas por negligencia médica. Hernández sufrió una perforación intestinal que resultó fatal.
En 2019, Alejandra Guzmán, una joven de 28 años proveniente de México, falleció tras someterse a una abdominoplastia y liposucción en la clínica New Life Plastic Surgery en Miami. El procedimiento fue realizado por el doctor Arnaldo Valls, quien posteriormente fue investigado por múltiples denuncias de negligencia médica.
Estos casos evidencian los riesgos que conlleva la industria de la cirugía plástica en Miami, particularmente en clínicas que operan con estándares cuestionables o que se ven envueltas en controversias por la falta de seguimiento médico adecuado.
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