Cientos de cubanos, entre los que destacan aquellos que apoyan el diálogo migratorio y aquellos que no, se preguntaban por estos días quién era (es) Emily Mendrala, la enviada del Departamento de Estado a las conversaciones migratorias con Cuba, que tendrán lugar este jueves en Washington. La respuesta, o posible respuesta, es esta.
Emily Mendrala es una académica, blanca, educada y formada en la academia y universidades de los EE.UU.
El portal Oncuba señalaba en una nota publicada el 3 de febrero de 2021, que es «una experta analista de la realidad cubana en la atención a asuntos cubanos en el Departamento de Estado».
Sin embargo, el asunto criticable en toda esta caterva de politicos preocupados por el tema Cuba desde hace hace años es este: Emily Mendrala, NO HA VIVIDO EN CUBA.
A todas luces, al menos para esta persona que les escribe, este parece ser un asunto clave para entender el drama cubano. Es como el racismo. Se podrá estudiar y hasta podrá un blanco graduarse de «experto»; pero vivirlo y sentirlo en carne propia… solo los negros, que han sufrido años como minorías desprotegidas y esclavizadas. Y también, aún hoy, criminalizadas.
Emily Mendrala fue también directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas y directora de Asuntos Legislativos del Consejo Nacional de Seguridad.
Oncuba señala que la actual subsecretaria de Estado Adjunta de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., a cargo ahora de los asuntos cubanos y migración como Subsecretaria Adjunta, también fue directora de Asuntos Legislativos del Consejo Nacional de Seguridad y asesora especial de la coordinadora de Asuntos Cubanos. Antes de eso, fue asesora para asuntos de Centroamérica.
Se graduó en la Universidad de John Hopkins. Allí fue alumna del ex jefe de la oficina de intereses de Estados Unidos en La Habana (1979-1982), Wayne Smith, conocido por su postura más cercana al entendimiento con La Habana, sobre todo después de salir de la isla, donde pueden ver, solo vivió tres años.
Emily Mendrala es originaria de Carolina del Norte, y fue miembro del personal profesional en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Tiene una maestría en Economía Internacional con especialización en Estudios Latinoamericanos de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados por la Johns Hopkins y una licenciatura en Matemáticas de la Universidad de Virginia.
Dos expertos pro entendimiento con el gobierno cubano, el ex congresista demócrata, Joe García y Collin Laverty, definirían como positivo el hecho de que Mendrala esté al frente de la mesa que tendrá lugar este jueves porque, al decir de Laverty, «Emily comprende bien a Cuba y se preocupa mucho por el pueblo cubano.»
«Creo que ella y sus colegas buscarán formas de apoyar a los cubanos dentro y fuera de la isla a través de viajes, servicios consulares y relaciones económicas con Estados Unidos.»
Este acercamiento al pueblo cubano que mencionaba Laverty a Oncuba en enero del 2021, quedó de manifiesto en julio de ese propio año, dos días después de las protestas que sacudieron a la isla el pasado año. En entrevista concedida a VOA News, Mendrala expresó:
“El enfoque debería estar en el pueblo cubano.”
Sin embargo para cientos de cubanos también, la imagen que se les ha quedado grabada en sus mentes de Emily Mendrala es esta: la de haber sido la UNICA funcionaria del Departamento de Estado que decidió recibir al «Puentes de Amor» Carlos Lazo el año pasado, luego de haber sido rechazado por la Casa Blanca, y por el resto de los colegas de Emily Mendrala.
De aquella reunión trascendió una foto, publicada por el canal oficialista Cubavisión Internacional y otros medios estatales que, según una fuente, provocó no pocos dolores de cabeza «dentro», cuando se criticó el hecho de haberla sacado a la luz sin su consentimiento; aunque, en ninguna parte de la foto se ve una pistola amenazante y por el contrario, se le ve a Mendrala sonriente y en pose para el click.
Para tener una idea de cómo pudiera pensar Mendrala, basta leer un documento que se publicó en la época en que ella era la directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas, el cual pueden consultar y descargar aquí; o leer aquí debajo.
Ahí quedan resumidas, grosso modo, las ideas de Mendrala con relación a la política que deben llevar los EE.UU. para una mejor relación y entendimiento. Una «hoja de ruta» para establecer las relaciones de Joe Biden con el gobierno de Cuba, y que partiría por eliminar las medidas de la administración Trump.
Una foto que dice mucho sobre la línea de Mendrala
De «Puentes de Amor», ya se sabe: solo les interesa los llamados «seis puntos de su agenda». A saber, estos dichos por su propia boca y que podemos ver aquí debajo.
Quedaría por conocer si ese «otro ruido» al que hace referencia Carlos Lazo y que orienta a sus seguidores no escuchar y mirar al otro lado, es también coincidente con la línea de Mendrala.
Jason Poblete, abogado y presidente de la Alianza por la Libertad Global, dijo a raíz de la aparición de la foto de marras entre Mendrala y Lazo:
«La Casa Blanca no dice nada sobre Cuba, pero los funcionarios del Departamento de Estado dicen muchas cosas, como Mendrala, que todavía está enfocada en levantar el embargo.»
Cuando el portal ADN Cuba se comunicó con el Departamento de Estado para que este comentara sobre el aparente «respaldo» de Mendrala a la petición de «Puentes de Amor» se buscaba más que nada una respuesta a una aparente disyuntiva.
Por un lado, digámoslo así, Joe Biden, un férreo defensor de los Derechos Humanos; del otro, una funcionaria del Departamento de Estado sonriente junto a un grupo cuyas ideas de libertad para los cubanos, son contrarias a la actual política del gobierno de Estados Unidos hacia la isla.
«La Administración ha sido coherente en su creencia de que los cubanoamericanos son los mejores embajadores de la libertad y la prosperidad en Cuba. Continuaremos reuniéndonos con líderes cubanoamericanos y partes interesadas que representan diversas opiniones mientras trabajan para elevar las voces de los manifestantes en Cuba y proporcionar sus recomendaciones sobre cómo el gobierno de Estados Unidos puede ayudar», dijo a ADN Cuba un funcionario – no identificado – del Departamento de Estado.
No menos interesante es el reconocimiento de parte del funcionario del Departamento de Estado, aunque habría que ver cuánto de cercano tiene con esta línea Emily Mendrala, de que “el pueblo cubano sigue sufriendo la represión a manos del régimen”.
No muy suave, llevó a Emily Mendrala en Twitter, el senador cubano-americano Marco Rubio – otro que no ha vivido en Cuba – cuando expresó:
«La funcionaria a cargo es una firme partidaria del compromiso con el régimen y ha sido elogiada por los medios del régimen como miembro de la banda de los que aman y crean.»
Así dijo Rubio en Twitter, el 14 de julio, mientras criticaba el hecho de que «la Casa Blanca ignoró a los cubanoamericanos que llegaron a Washington (…) exigiendo libertad para Cuba, pero (…) su persona clave sobre Cuba tuvo tiempo de reunirse con un grupo de fachada pro-régimen.»
Si la Emily Mendrala que se reúne este jueves con funcionarios cubanos en Washington parte solo del firme convencimiento de que es el embargo/bloqueo y las medidas de Trump la causa fundamental y única de esta estampida de cubanos, el diálogo podría estar, sin dudas, inconcluso.
