Como un momento amargo en la historia del periodismo sensacionalista en México, puede catalogarse el momento vivido por la ex del actor mexicano Pablo Lyle, a su llegada, con sus hijos, al aeropuerto de México.
Ana Araujo regresaba a México con sus hijos, luego de visitar al actor quien se encuentra recluido en un prisión en Miami tras haber sentenciado como CULPABLE en la muerte del anciano cubano Juan Ricardo Hernández. Justo en el momento que salían de los controles migratorios, la prensa, insistente y molesta de México, todo un ejemplo mundial de acoso a figuras públicas en situaciones que involucran chismes, bretes y rumores con las celebridades, se le fue encima a Araujo.
Esta ofreció unas brevísimas declaraciones y de inmediato pidió de favor que la dejaran continuar camino, con sus hijos, pero los periodistas, todos adultos, posiblemente padres y madres todos, no les importó la presencia de los menores, y acribillaron a Ana a preguntas; casi exigiéndole que, como figura pública que era (ella y Pablo) debía responderle, y ellos con el derecho a preguntarles.
La situación comenzó a ponerse tensa y empeorar. Ana apelaba a la bondad de los periodistas, pero a estos les importaba poco. Ella, en un último esfuerzo les dijo que el niño estaba padeciendo ansiedad por ese motivo – su padre preso – y le pidió a los periodistas que no más preguntas; que la situación, no solo la prisión de Lyle sino el acoso de la prensa hacia ellos, afectaba a sus hijos; pero los periodistas insistían.
Justo en ese momento uno de los menores comenzó a llorar, y fue ahí cuando, casi que a regañadientes y tras unos segundos de reflexión, fue que los periodistas mexicanos dejaron de morder a su presa.
El tenso momento fue objeto de análisis en el programa de la TV en Univisión Sin Rollo, donde se transmitieron las imágenes del tenso momento vivido.
La anchor del programa recordó a los presentes cómo Ana Araujo, la ex esposa de Pablo Lyle, confirmó a principios de este mes que ella ella y el actor están divorciados legalmente pero continuan teniendo una buena relación por el bien de sus hijos y que Pablo está al tanto de su actual relación con la estilista Marco Lavigne, y de inmediato le pregunto la opinión a los presentes en la mesa.
Una de las panelistas la criticó subliminalmente diciendo que hizo mal al decirle a la prensa la situación que está viviendo su hijo más pequeño.
«Delante de los hijos nunca hablen de lo que los hijos padecen, nunca, porque agravan la situación mental de los hijos», momento ese en que la anchor agarró su tesis , soltada a boca de jarro instantes antes, y dijo que se trataba de una madre «que en su momento decidió no esperar la salida de su esposo y se buscó otra persona.»
La cubana Aly Sánchez, tuvo el tino de opinar en ese momento y declaró que lo hacía como madre y no como artista. La cubana, consciente de que lo que diría, no le iba a gustar a la prensa rosa mexicana declaró:
«Obviamente a los medios no les va a gustar este comentario pero y obviamente los medios quieren la exclusiva. ¿Quién no quiere la exclusiva de algo como eso?».
Sin embargo, declaró que «es muy triste» que delante de los niños, la prensa acribille a los famosos.
«Perfecto, si estás tú sola, sí; pero delante de los niños, no,» señaló.
Otra de las panelistas criticó a Ana, también, por haber ido en alguna otra ocasión a un Podcast a hablar «de la situación de Pablo, de cómo están tus hijos», lo cual – aparentemente – le daba entonces cierta potestad a la prensa para hacer lo que hizo en el aeropuerto.
La panelista insistió en su crítica, a la madre, y cree que fue ella quien los expuso, pudiendo haberlos sacado a un lado.
«Siento que manejó muy mal la situación».
Momento «sublime» ocurrió cuando otra de las panelistas dijo que, si eso le pasa a ella «les rompo la cámara y el micrófono a todo el mundo», declaración esta que, en boca de Eduardo Yañez no asombraría a nadie, pero en la suya…
Mas allá de lo que hizo, o dejó de hacer Ana Araujo, es lamentable que en un programa de televisión, tantas «influencers» mujeres, «periodistas», lejos de fustigar el trabajo de la prensa – a todas luces muy malo en este caso – enfoquen sus críticas hacia los presuntos errores que, a su modo de ver, cometió la víctima.
Esta falta de sororidad – de la cual se salvó con buenas notas la cubana Aly Sánchez – fue la nota discordante en un panel en el que, exceptuando a «la más viejita de las panelistas», las demás hicieron comentarios absolutamente fuera de lógica. Incluso, recriminando de manera sublime a Ana Araujo por intentar rehacer su vida, al divorciarse de su esposo y comenzar una nueva relación.
Resulta necesario precisar que – y esto debió haber sido dicho sobre todas las cosas en Sin Rollo – cuando la prensa interactúa con una celebridad que está frente a sus hijos para hacer preguntas delicadas sobre el padre de esos hijos, sobre todo si esa persona se encuentra en prisión por un homicidio involuntario, es crucial considerar varios factores psicológicos tales como estos:
- Impacto en los Niños: Los niños pueden no entender completamente la situación y las implicaciones de las preguntas. La exposición a preguntas sobre el encarcelamiento de su padre puede generar confusión, ansiedad, miedo y un sentimiento de inseguridad. Los niños podrían experimentar una sensación de vergüenza o culpa, incluso si no comprenden totalmente la gravedad de la situación.
- Respeto a la Privacidad Familiar: La celebridad podría estar tratando de proteger a sus hijos de la dura realidad de la situación. Al hacer preguntas tan sensibles en presencia de los niños, se corre el riesgo de invadir su privacidad y exponerlos a una realidad que aún no están preparados para enfrentar.
- Estrés Emocional para la Celebridad: La celebridad ya está lidiando con una situación estresante, y el hecho de que los hijos estén presentes puede intensificar su carga emocional. La presión de manejar la situación públicamente, mientras intenta proteger a sus hijos, puede provocar un aumento del estrés y la angustia emocional.
- Posibles Secuelas Psicológicas: La manera en que los niños perciben y procesan la situación puede tener un impacto duradero en su desarrollo emocional. Si la experiencia es traumática, podría influir en su bienestar psicológico a largo plazo, afectando su autoestima, su percepción de seguridad y su capacidad para manejar el estrés en el futuro.
- Consideraciones Éticas: Desde una perspectiva ética, es fundamental que la prensa considere el bienestar de los niños y la familia en su conjunto. Exponer a los niños a preguntas sobre un tema tan delicado podría ser visto como una falta de sensibilidad y ética periodística.
- Manejo del Duelo y la Realidad: Tanto la celebridad como sus hijos podrían estar en un proceso de duelo por la situación del padre. Exponer a los niños a preguntas públicas sobre el encarcelamiento de su padre puede interrumpir o complicar este proceso, haciendo más difícil que la familia lidie con su dolor de manera privada y segura.
Los periodistas deben ejercer su trabajo con empatía y responsabilidad, evitando situaciones que puedan causar daño emocional, especialmente cuando hay niños involucrados. En eso, la prensa mexicana tiene mucho trecho por recorrer todavía.
nota: Tal vez quieras leer más sobre el caso de Pablo Lyle. En nuestra página hay decenas de artículos relacionados con el caso. Incluso, nuestra página ha sido enlazada a Wikipedia por la seriedad y abundancia de textos relacionados con la prisión de Lyle, debido a la muerte de un cubano.